Valores vs Jorge Vilda y una final de la Copa Mundial

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Por Paula Dapena

Si algo me ha enseñado el deporte, y es algo que siempre he dicho y por lo que me muevo, es la cantidad de valores que podemos aprender de él. Es por ello, que pese a que es una grandísima noticia que la Selección Española de Fútbol Femenino haya conseguido un pase a la final del Mundial, estoy decepcionada. 

Comienza todo en el 2014, cuando las 23 integrantes de la Selección solicitaban un cambio, apuntando hacia el entrenador (Ignacio Quereda), que llevaba 27 años en el puesto y solo 3 apariciones internacionales (Eurocopas de 1997 y 2013, Mundial de 2015) y hacia la RFEF, destacando dietas de apenas 40€, poca confianza en el seleccionador y que actuaba con bastante paternalismo. A esto, Quereda, respondió que no iba a dimitir y que volvería a hacer las cosas de la misma manera.

En 2015, Quereda, es destituido. Jorge Vilda fue nombrado seleccionador del primer equipo de la Selección Española de Fútbol Femenino, aunque en ese momento ya se había cuestionado la decisión.

Una de las razones es que había sido colocado en el puesto por petición de su padre, algo que ha reconocido esta semana con las siguientes palabras “Jorge entró por una casualidad, por una urgencia. Yo di su nombre porque era una situación límite. A partir de ahí, no he hecho nada más. Todo lo demás se lo ha ganado él”

En el momento en el que Vilda aceptó el cargo se hablaba de que venía en camino la generación de oro del fútbol español, con la que, este mismo seleccionador, apenas había conseguido dos títulos con ella en categorías inferiores y, después de 3 oportunidades con la selección absoluta, (Eurocopa de 2017, Mundial de 2019 y Eurocopa de 2022) España no conseguía pasar de la fase de grupos. 

Además de esto, poco después de que Jorge Vilda aceptara el cargo, Vero Boquete y Vicky Losada dejaban de ser convocadas, estando en el mejor momento de su carrera. Y es que, a los hombres, que las mujeres tengan voz propia y exijan lo que se merecen, no les gusta nada.

¿Pero cómo es posible que con las mejores jugadoras de España y con muchas de las mejores jugadoras de Europa no se consiga llegar a cuartos de final?

Quedaba claro que era debido el estilo de entrenamiento y las decisiones del entrenador, pero eso es lo que yo he visto desde fuera, las jugadoras son las que realmente sabían lo que pasaba.

Por ello, las tres capitanas de la selección en ese momento (Alexia Putellas, Irene Paredes y Patri Guijarro) intentaron resolver ese problema de manera privada con la RFEF.

Algunas de las quejas de las jugadoras eran la falta de asistencia médica y falta de descanso (ya que no hacía suficientes rotaciones), lo que provocaba lesiones fácilmente evitables. Falta de nutricionistas, falta de comprensión táctica, entrenamientos de baja calidad en comparación con las de sus respectivos clubes, lo que ocasionaba un rendimiento más bajo y falta de privacidad (el seleccionador prohibía a las jugadoras cerrar las puertas de sus habitaciones de hotel durante las concentraciones). 

Los altos cargos de la Federación ignoraron las peticiones de las jugadoras e hicieron una declaración pública sobre la situación expresando su apoyo al seleccionador, a pesar de que las jugadoras querían resolver dichos problemas de forma privada, y filtrando que habían recibido 15 correos electrónicos de 15 jugadoras (Mapi León, Aitana Bonmatí, Patri Guijarro, Sandra Paños, Mariona, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Leila Ouahabi, Laia Aleixandri, Lucía García, Ona Batlle, Andrea Pereira, Amaiur y Nerea Eizaguirre) en los que manifestaban que la actual situación afectaba de forma importante a su estado emocional y su salud y tergiversando que renunciaban a la Selección comunicando lo siguiente:

“La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico”, y “no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación”.

En vez de buscar una solución amenazaron a las jugadoras. Solo las dejarían volver si pedían perdón.

Esto ocasionó que las jugadoras emitieran un comunicado oficial mostrando su enfado con la RFEF, donde escribían:

“Lamentamos que la RFEF haya hecho pública, de forma parcial e interesada, una comunicación privada, con información que afecta a nuestra salud -que es parte de nuestra intimidad- (…)”. 

“En ningún caso hemos RENUNCIADO a la Selección Española de Fútbol tal y como señala en su comunicado oficial la RFEF. Como dijimos en nuestra comunicación privada hemos mantenido, mantenemos y mantendremos un compromiso incuestionable con la Selección Española”.

“Solicitamos no ser convocadas hasta que no se reviertan situaciones que afectan a nuestro estado emocional y personal, a nuestro rendimiento y, en consecuencia, a los resultados de la Selección y que podrían derivar en indeseables lesiones (…)”.

“Nunca hemos pedido el cese del seleccionador como se ha comentado. Entendemos que nuestro trabajo no es en ningún caso elegir dicho cargo, pero sí expresar de forma constructiva y honesta lo que consideramos puede mejorar el rendimiento del grupo”.

“¿Alguien puede pensar que, a ocho meses de un Mundial, un grupo de jugadoras de máximo nivel, que es lo que nos consideramos, se plantean esta decisión, como se ha dado a entender públicamente, como un capricho o un chantaje? Solicitando no ser convocadas penalizamos nuestra carrera profesional, nuestra economía y por supuesto seguir construyendo algo importante en el fútbol femenino (…)”

“No vamos a tolerar el tono de infantilización con el que la RFEF concluye su comunicado”.

Posteriormente, solo 7 de las 15 (Mapi, Patri Guijarro, Claudia Pina, Lola Gallardo, Ainhoa Moraza, Nerea Eizagirre y Amaiur) se mantuvieron firmes en su decisión.

Vilda, como buen hombre, tenía que quedar por encima, y, a pesar de que 8 jugadoras retrocedieron en su decisión, 5 de ellas fueron castigadas (Lucía García, Laia, Leila, Sandra Paños y Andrea Pereira).

Por otro lado, Alexia Putellas, que se había posicionado a favor de las 15, no emitió comunicado alguno, y, debido a la presión de sus patrocinadores, debía jugar, siendo una pieza clave para Vilda, y por la que volverían jugadoras como Aitana y Ona.

Esto supone un paso atrás, pudiendo ocasionar que en un futuro, cuando sea necesario volver a exigir avances, no se tome en serio lo que se pueda llegar a demandar.

Es por ello que, para mí, las ganadoras, las merecedoras de aplausos y verdaderas referentes, son esas 7 jugadoras que no se han dejado amedrentar por las críticas e insultos, que han puesto sus valores y principios por delante, y se han mantenido siempre firmes.

Por último, destacar que este domingo se enfrentan, la Selección Inglesa liderada por Sarina Wiegman, una mujer con un medallero digno de admirar (Oro en las Eurocopas de 2017 (Países Bajos) y 2022 (Inglaterra) Plata en la final del Mundial de 2019 (Francia) y la Finalissima Femenina en 2023), además de varios títulos nacionales, y sus títulos individuales, siendo los más destacables el Premio The Best a Mejor Entrenadora de categorías femeninas (2017), Mejor Entrenadora del Mundo (2020) y Premio The Best FIFA a la mejor entrenadora (2020), por lo que, sin duda, es merecedora del campeonato; y la Selección Española, la cual deseo que llegue a estar liderada algún día por una mujer.

@DapenaPau_3

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