Antonio Gil.
Un amago de cierre de los fondos de inversión propietarios (el norteamericano Davidson Kempner y el turco Afendis, propietarios del 75% de las acciones), hace escasas semanas, desató el miedo en la localidad palentina, que, con 6.000 habitantes, ha visto como en los últimos años la actividad industrial se reducía a la actividad cementera y a la planta galletera.
Tras las negociaciones, un acuerdo entre el comité de empresa y la compañía garantiza la actividad en esta fábrica, en la que trabajan 184 personas.
La plantilla ha tenido que aceptar una rebaja salarial de un 5%, salidas voluntarias y dejar de cobrar el complemento de incapacidad temporal, pero la empresa se compromete a un plan de inversiones, con apoyo tanto del Ministerio de Industria como de la Junta castellano-leonesa, y al mantenimiento de la actividad en los próximos cuatro años.
La asamblea de trabajadores aprobó este acuerdo con un total de 91 votos a favor, 64 en contra, un voto en blanco y otro nulo.
La negociación ha contado con la participación del Ministerio de Industria y la Junta de Castilla y León, que han valorado positivamente el mantenimiento de la actividad y los empleos. También se expresó en este sentido el alcalde de la localidad, José Manuel Acero, del PSOE.
La plantilla transmite que «han sido semanas muy tensas para los trabajadores de la fábrica y para la población de la localidad», que deberá confiar en que los grupos de inversión no vuelvan a amenazar con el cierre para conseguir rebajas salariales y ayudas públicas.
