Sobre el derecho a disponer de gestantes y considerarse infértiles por ser hombres. De la subrogación social a la infertilidad social

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Por Teresa Domínguez

En 2019 escribía sobre la subrogación social, el alquiler de mujeres, o vientre de alquiler social, un fenómeno en auge en Estados Unidos, donde mujeres fértiles eligen no llevar su embarazo porque quieren mantener sus cuerpos o sus carreras en forma. Pasando del inexistente “derecho a tener un hijo”, al “derecho de usar a una mujer para tener un hijo” sin tener razones médicas.

Muchas empresas, especialmente en Norte-América, motivan los servicios de «subrogación», como hacen desde años, con la congelación de gametos y embriones. Ofrecen generosos incentivos por contratar la maternidad subrogada, en un esfuerzo por “atraer y retener talento”.

Hoy por hoy, la explotación reproductiva se ha convertido completamente en una “commodity”, una mercancía más, un lujo al que acceden los que pueden pagar, tengan o no, problemas de fertilidad. Nunca mejor dicho. Un lujo que permite acceder a la paternidad/maternidad a personas sin poner en peligro el trabajo, ni el cuerpo, ni la salud propia. Que permite mantener “la agenda”. Porque son gente con vidas “ocupadas”, organizadas, con buen poder adquisitivo, que lo encargan y planifican casi todo. Y además lo pueden pagar. Una nueva forma de esclavitud para las mujeres. 

Pero lo curioso es que hemos ido un paso más allá. Ya en 2018 escribí un artículo que publiqué en varios medios «Si te lo puedes permitir económicamente, que nada te impida tener un hijo.«, donde contaba el entramado de la ONG Man Having Babies: Discriminados por su condición de hombres y no poder tener hijos.

El título de la columna, precisamente es de Steve Snyder. Miembro de la Junta Asesora de la organización “Men having babies”, abogado del Centro Internacional de Reproducción Asistida (IARC), y miembro de la BAR, del vídeo promocional de la organización «los hombres tienen bebés» para sus próximas ferias.

El lobby gay es uno de los más potentes a nivel internacional. Man having babyies, entre otras a nivel internacional y nacional, es una organización sin ánimo de lucro que mueve más de un millón de dólares anuales que lleva funcionando desde 2005. Tiene una cartera de +90.000 clientes en el mundo entero. Recibe importantes apoyos financieros del lobbys gays, sponsors, de empresas privadas, ingresos directos de contribuciones personales. apoyo financiero a sus clientes a través de más de +100 proveedores. Si quieren saber más solo han de ir al artículo mencionado, o entrar en su propia página.

Influyen en política, leyes. Dónde se trata el tema de la infertilidad como un asunto de discriminación al colectivo: y exigen que los gobiernos deben regular el uso «de una madre sustituta», como una reivindicación, con el fin de «evitar cualquier forma de discriminación». «Discriminación por ser hombres y “no poder tener hijos”. porque «»No se les considera infértiles”» y abogan a «Derecho a disponer de «personas gestantes.”

A eso hemos de añadir los dos nuevos proyecto de ley aprobado sen California que redefinen el término familia, en su empeño por institucionalizar la primacía del deseo, por encima de los derechos humanos. El término infertilidad incluye una antigua petición del colectivo de los varones, tanto solteros como gays, que quieren ser padres.

El proyecto de ley SB 729 de California, aprobado en el Senado el mes pasado, redefine la «infertilidad» no como una afección médica, sino como un estado que puede deberse tanto a la situación del individuo como a cuestiones médicas. Y por tanto , como afirman desde Men Having Babies, a su derecho de disponer de gestante.

Esta legislación obliga a las compañías de seguros a financiar tratamientos de «infertilidad» para varones o pareja gays o personas que nunca podrían concebir de forma natural, por ejemplo, personas hormonadas, operadas, etc… incluyendo la financiación potencial de la explotación reproductiva.

Establece toda una nueva infraestructura de costosa tecnología médica y «servicios de gestación» para «curar» las imposibilidades biológicas que han dado un nuevo significado a meros obstáculos. Convirtiendo deseos en absolutos derechos. Redefiniendo el concepto de discriminación e infertilidad. 

Predefiniendo deseo por el derecho a «disponer de gestantes” y a considerarse «infértiles» por ser hombres solteros y gays y «no poder tener hijos». De la subrogación social a la infertilidad social. Y nosotras las mujeres, a su completo servicio y ya para remate, por ley.

@letra_escarlata

1 COMENTARIO

  1. Y l inseminación artificial no es otro objeto de consumo?

    Les crea ilusiones que tener un hijo forma parte de los deseos…y al hacerlo solas no creo las beneficie

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