Von der Leyen, más leña al fuego

«La guerra es la continuación de la política por otros medios. Todas las guerras son inseparables del régimen político que las engendra».
Lenin.

En el teatro de operaciones de la guerra entre la OTAN y Rusia en territorio ucraniano, el pasado 21 de mayo, los líderes del G7 emitieron una declaración de 2.700 palabras sobre Ucrania, en su intervención Von der Leyen en la segunda sesión de la Cumbre del G7 sobre Ucrania argumentó que: «Debemos proporcionar a Ucrania el apoyo militar y financiero necesario. Y tenemos que hacer esto todo el tiempo que sea necesario».

Más armamento y hasta el último ucraniano.

El 29 de mayo se inició el Foro sobre Seguridad europea en Bratislava (Eslovaquia), el GLOBSEC 2023, con la invasión de Ucrania como tema principal en torno a tres temas generales: Apoyo continuo para Ucrania, resiliencia de Europa frente a la guerra y cómo mitigar las consecuencias globales del conflicto. Contó con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola y a presidenta eslovaca, Zuzana Caputova. En dicho Foro, una beligerante Von der Leyen pidió a los Estados miembros que ofrezcan a Kiev garantías de seguridad para evitar nuevos ataques de Rusia en el futuro y se muestra contraria a las negociaciones.

Declaró: «Un alto el fuego solo hará congelar el conflicto y no traerá una paz duradera… El cese de fuego sería inestable y desestabilizaría la región a lo largo de la línea de contacto. Pues no. Una paz justa supone la retirada de las tropas rusas del territorio de Ucrania»

Y añadió: «Hay diferentes modelos y ejemplos históricos que se pueden utilizar. Una serie de garantías por parte de Estados afines pueden ofrecer lo que algunos han llamado ‘disuasión negativa’».

En julio de 2022, el ministro de Defensa ucraniano Oleksii Reznikov declaró abiertamente que el país debería verse a sí mismo como “un campo de prueba” para los contratistas militares estadounidenses. «Estamos invitando a los fabricantes de armas para que prueben sus productos nuevos aquí», declaró Reznikov.

Von der Leyen enfatizó en Bratislava.

«En otras palabras, proporcionar a Ucrania el material militar para fortificarse frente a ataques rusos en el futuro. Lo importante es que al final haya claridad. Claridad de que los amigos de Ucrania estarán ahí en el largo plazo para la seguridad de Ucrania».

La tesis de Von der Leyen es que un alto el fuego, «daría lugar a un conflicto congelado» en territorio europeo, como si fuese el único de los conflictos congelados propiciados por la intervención de la OTAN en su expansión en la Europa del Este que están de plena actualidad: el caso efervescente de Kosovo y la situación larvada en Transnistria (Moldavia), conflictos apoyados por la política exterior de la Unión Europea.

El fenómeno denominado «congelación» elementalmente tiene que ver en política con conflictos de fondo dejados de resolver, pero lo que no se altera es la esencia misma de la guerra y su papel conformador de la política, como extensión del axioma de  Clausewitz «la guerra es la continuación de la política por otros medios», el prusiano abstrae a la teoría de la guerra del campo exclusivamente militar; y comienza a pensarla como una dimensión social entrecruzada con el plano político. Lenin se interesó por «De la guerra» ^[1] en el transcurso de la primera etapa de la guerra imperialista mundial, con el fin práctico de demostrar el carácter clasista de la misma y su vinculación con la política imperialista de las grandes potencias. Quedaba así establecida una relación entre guerra y política que el marxismo hizo suya, la guerra, decía Clausewitz, debe ser contemplada “como parte de un todo”, es una forma de las relaciones sociales cuya lógica está inscrita en las relaciones entre los Estados,  que el marxismo ubicó con carácter transitivo, en cada uno de los conflictos se puede evaluar el impacto que tienen en la política, las transformaciones en la esfera pública o en el orden social.

^[1] Clausewitz, Karl 2005: » De la guerra». Ed La Esfera de los libros.