José Manuel Carrizosa.
Despues de que el pasado jueves día 25 se produjera una manifestación por las calles de la ciudad gallega, en la que se colapsaron los accesos a la ciudad con más de 2000 manifestantes, y precedidos por tres días de paro de actividad, los sindicatos han extendido la huelga por cinco días más.
Las reclamaciones se basan en un convenio digno para los trabajadores del metal con una adaptación de los salarios al IPC real.
«Los trabajadores piden no perder poder adquisitivo y que se les devuelvan los atrasos de 2022, que en muchos casos ascienden a los mil euros» declara el portavoz de la CIG, Antonio Niño.
Si no se produce un acuerdo con la patronal, se volverá a cesar la actividad durante los días 31 de mayo y 2, 6, 7 y 8 de junio. 5000 profesionales del ámbito siderúrgico y 2000 del sector comercial están llamados a secundar el parón.
Los sindicatos advierten que, aunque no pierden la esperanza de llegar a un acuerdo que evite las jornadas de huelga, no tienen «demasiadas expectativas» en que la patronal cumpla sus demandas. Por ello, están organizando las próximas movilizaciones para que tengan el mismo nivel de éxito que la anterior del 25 de mayo.
