Madrid sin Madrid

0

Con bastante frecuencia oigo a mis conocidos de provincias y a mis contactos de redes sociales quejarse de que la atención de los medios se dedica únicamente a Madrid, quedando sus problemas en un segundo plano. De modo que igual les sorprende este artículo. No se trata de afear a estos ciudadanos de provincias su preocupación, sí de contarles un poco cómo se ven las cosas desde la capital, al menos una parte de los villanos de Madrid.

Verán, en estas elecciones los madrileños tenemos problemas muy serios que convendría abordar. Del posible, casi seguro crimen de masas en las residencias madrileñas ya tienen en mi columna amplias reflexiones al respecto, de modo que prefiero prestar atención a otros asuntos. Por ejemplo, el desastre del metro en San Fernando de Henares, donde un número creciente de familias están siendo desalojadas por los problemas que ha causado en sus viviendas el trazado de la línea 7B. Tenemos miles de jóvenes aspirantes a cursar grados medios y superiores de FP que después de pasar todos los trámites ven cómo no tienen plazas suficientes para todos. CCOO de la enseñanza en la Comunidad los cifró en 33000 en el periodo de matriculación del presente curso, lo que, siempre según el sindicato, representa el 45% de los demandantes de grado medio y el 61% del superior. De la atención primaria y la falta de pediatras, cualquiera que siga la actualidad conoce la situación. Por último está un problema con menos presencia en los medios, pero que los villanos de eta ciudad conocemos bien: los continuos cortes de energía, paros y retrasos en el Metro de Madrid.

Pues bien, nada de esto tiene presencia en los medios. Si usted es de fuera de nuestra comunidad probablemente se haya sentido ninguneado con la atención preferente de nuestra presidenta autonómica o más bien la jefa de ese grupo de oposición al gobierno central que tenemos donde debería estar el ejecutivo regional, pero sepa que muchos madrileños estamos igualmente hasta la coronilla de hablar de las listas de Bildu y del rastro de una banda terrorista desaparecida hace diez años. En referencia a lo que podríamos llamar la situación real del Madrid actual este villano sólo ha visto una mínima presencia de la gestión pandémica y las cuestiones derivadas de la misma: la actuación del hermano de la presidenta autonómica, alguna reclamación muy por lo bajo de justicia para las víctimas del gerontocidio masivo, etc.

Quiere esto decir que, aunque ustedes vean mayoritariamente a ese nefasto ser que han encumbrado a las instituciones de la comunidad, de los asuntos que nos preocupan a los madrileños y de nuestros problemas no están viendo nada. Lo que les llega son las maniobras de un grupo organizado que tiene secuestradas las instituciones madrileñas para usarlas como cuartel general de resistencia y sabotaje a cualquier iniciativa del ejecutivo nacional. No tienen más que darse una vuelta por las cuentas en redes sociales de la Comunidad de Madrid, indistinguibles de las cuentas de propaganda del Partido Popular madrileño. No se escondieron. La propia Ayuso dijo tras su última victoria muy claro que «seremos un contrapoder».

Para que un gobierno autonómico acabe convertido en grupo de oposición con la aquiescencia de muchos de los ciudadanos que quedan desatendidos por las autoridades regionales en cuestión, por supuesto, hay un papel muy importante de los medios de comunicación regados con dinero de los grupos de poder, pero convendría ver lo que tenemos los madrileños de izquierdas para revertir la situación. Porque tampoco ellos están haciendo nada por hablar de los problemas reales de nuestra comunidad. Que las últimas campañas de Ayuso hayan consistido en una palabra difusa sobre fotos o videos suyos es comprensible. Ayer Libertad sobre un poster de la cara de la presidenta/pelele. Hoy un video de Ayuso y sus adláteres chasqueando los dedos y bailando mientras repiten la palabra Ganas (?????). Pero los lemas o mensajes de la izquierda no están contribuyendo en absoluto a que los problemas reales de los madrileños tengan presencia. Parece que la campaña está consistiendo en un concurso a ver quién usa las palabras más vacías o chascarrillos más lamentables. Hay gente que sinceramente no conoce a Juan Lobato, el candidato del PSOE —y, ciertamente, vistas las afirmaciones que ha hecho las pocas veces que se le ha oído, más vale para alguien de izquierdas no conocerlo—. Así que el PSOE ha sacado un absurdo lema que parece querer darlo a conocer: «No es lobezno, es Lobato». Por otra parte, este sujeto, que ya ha dejado perlas como la queja por la discriminación que según él sufren los ricos en nuestra comunidad, no parece que supusiera ningún cambio sustancial de ocurrir alguna hecatombe que le permitiera ocupar el sillón que ocupa Ayuso. Siempre se ha hablado de un «PSOE de izquierdas» y uno «de derechas». El PSOE madrileño de Lobato es indistinguible de Vox.

En cuanto a lo que podría ser el «PSOE de izquierdas» en Madrid, su puesto lo ocupa ese extraño producto llamado Más Madrid. Con los números en la mano parece que es lo más cercano a una alternativa a la derecha que tenemos en la comunidad. Sin embargo, tampoco están contribuyendo a que los problemas reales tengan peso. De hecho, han desactivado en más de una ocasión las oportunidades de hablar de ellos. No sé si lo recuerdan, pero hace algunos meses se produjo un amago de escándalo cuando se descubrió que el vicepresidente de Ayuso, Enrique Ossorio, con un sueldo de más de 100000 euros anuales, estaba cobrando el bono energético para personas vulnerables. Si siguieron el asunto ya saben cómo acabó aquello: en cuestión de horas se descubrió que la líder del máximo partido de la oposición, Mónica García, también había cobrado dicho bono. Vamos, que si lo que querían era transmitir que ellos eran iguales que la tropa de Ayuso, lo lograron plenamente. De este asunto no se ha vuelto a hablar en campaña, y si lo hicieran la respuesta sería facilísima. Además, su gran frase electoral, «Madrid es la hostia», desplegada el otro día en una pancarta gigante, ya se imaginarán que tampoco nos motiva mucho a los madrileños.

Con respecto a Podemos, por lo menos han aireado o traído a la memoria algunos episodios oscuros de la gestión pandémica, pero su situación no es en absoluto la mejor para unas elecciones. Pude comprobar al encontrarme un tenderete electoral que ellos mismos no sabían explicarme la situación de las coaliciones de las que formaban parte. Así es muy difícil que nadie pueda oírlos.

Además, desde hace tiempo, los dos o tres madrileños de izquierdas que aún quedamos tenemos la molesta impresión de que el PSOE, y quizás también los grupos teóricamente a su izquierda, están cómodos teniendo el espantajo del PP madrileño para agitarlo como elemento de movilización en el resto de España. Uno se niega a verlo así, pero da la inquietante sensación de que en realidad, izquierdas y derechas madrileñas son dos grupos de poder enfrentados entre sí mientras nosotros estamos prestando atención a Bildu, que no tiene presencia en la comunidad.

Todo ello nos lleva a que si usted, amigo provinciano, siente que no se habla de sus problemas en la tele, algunos villanos de Madrid sentimos que hablan los responsables de los mismos, pero como este fin de semana ha hecho Ayuso lo hacen desde Bilbao, y sobre problemas de otro lugar y otra época. Lo peor es que mal arreglo tiene, visto lo visto. Mientras, los vecinos de San Fernando, los estudiantes de FP, los niños sin pediatra y los usuarios del Metro siguen esperando. Pero eso sí, tranquilos, que no votarán a Bildu.

Las sucesivas estupideces y vaguedades que han convertido en lemas electorales los diversos candidatos.
Artículo anteriorEn defensa propia
Artículo siguienteAndropov, un internacionalista consecuente
Yago Pérez Varela
Yago Pérez Varela (Madrid). Aunque en cierta época se fijó en las ciencias, acabó notando que la historia era su pasión y lo que le gustaba. La historia le ha permitido ejercer labores gratificantes en documentación e investigación, pero al ser un villano también ha conocido empleos precarios. Quiere a su villa natal de Madrid, aunque le preocupa ver que a veces paga el precio de ser capital de un país, y como tal, refugio de oligarcas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.