De la construcción de lo explícito a la enunciación de la estrategia, así podríamos tipificar el discurso de Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Pentágono que presentó el 8 de marzo el papel de América Latina y el Caribe en el plano de la esfera militar de EEUU contra China y Federación Rusa en defensa de su hegemonía mundial
El discurso de Laura Richardson sobre América Latina no puede ser más explícito de lo pornográfico que es:
«La defensa de la patria estadounidense está directamente vinculada a la resiliencia, estabilidad y seguridad de la región de América Latina y el Caribe. La proximidad nos sitúa en primera línea de la competencia estratégica, ya que compartimos retos transfronterizos y amenazas globales (…) Para hacer frente a estos retos es necesario hacer campaña mediante un enfoque integrado para utilizar todos los resortes disponibles a través del Departamento de Defensa, la inteligencia estadounidense, los aliados y las naciones asociadas para establecer las condiciones deseadas de seguridad, paz y prosperidad en toda nuestra vecindad».
Entre el 25 y 29 de julio de 2022 se llevó a cabo la XV Reunión de Ministros de Defensa de las Américas (CDMA) en Brasil. En dicho evento, EEUU posicionó mediante sus representantes el nuevo concepto para ellos estratégico, la «disuasión integrada» en su lucha contra China y Rusia para América Latina y el Caribe.
El delegado estadounidense profirió una riada de ripios de un rancio panamericanismo, expresó párrafos como “Las naciones del Hemisferio Occidental enfrentan un panorama de seguridad complejo…”, “…todos los países de las Américas deben perseguir las principales prioridades de defensa…”, “las alianzas son una fuerza perdurable para los EEUU” y “todas nuestras naciones socias son esenciales para cumplir estas prioridades”, o “defender nuestros intereses mutuos y valores compartidos requiere una visión del siglo XXI para lograr la meta de la seguridad hemisférica”.
Daniel P. Erikson, subsecretario adjunto de defensa para el Hemisferio Occidental y participante de dicho evento, instó a los países a sopesar cuidadosamente cuál podría ser el costo de un mayor compromiso con China. Esto no es para nada casual, ya que para esas mismas fechas pero en el mes de junio, se realizó la Cumbre de la OTAN en Madrid, donde se expuso al mundo el nuevo concepto estratégico de esta organización militar, con Rusia, China y el terrorismo internacional como principales amenazas, según su perspectiva, para la paz mundial y la democracia neoliberal.
Este nuevo concepto lleva el nombre de Enfoque de 360° que sintéticamente es la posibilidad de intervenir militarmente en cualquier parte del mundo sin autorización expresa del Consejo de Seguridad. … » nuestro objetivo es poder hacer frente a cualquier amenaza, desde cualquier lugar y en cualquier momento»
La estrategia del Pentágono sincroniza el poder militar de EEUU bajo una política, la de «disuasión integrada».
Desde que en enero de 2021 el secretario de Defensa estadounidense Lloyd J. Austin III asumiese su cargo ha disertado sobre el concepto de “disuasión integrada” (integrated deterrence), concepto estratégico destinado a mantener la paz (hegemonía mundial) en virtud de ser capaz de aprovechar todas las dimensiones del poder de EE.UU. de manera coordinada si fuera necesario para darle un nuevo enfoque a la naturaleza de los conflictos y amenazas actuales, además de lo previsto a futuro a través de la construcción de escenarios probables.
Austin en la Reunión de Ministros de Defensa de las Américas participó para posicionar el contemporáneo concepto relevante en términos geoestratégicos de la disuasión integrada, con el propósito deliberado de promover las prioridades de Washington: frenar y revertir lo que se considera la proyección regional de “actores malignos”. En su discurso reiteró la paulatina y evidente influencia de China.
Lloyd Austin, expresó que la disuasión integrada “requiere combinar nuestras fortalezas para lograr el máximo efecto con otros instrumentos del poder nacional”, “utilizar la combinación de recursos y conceptos operativos entretejidos y en cooperación con otras naciones, específicamente las de este hemisferio”. “Nuestros ministerios, fuerzas armadas y de seguridad deben tener la capacidad de enfrentar amenazas… en particular limitar las ventajas y ganancias estratégicas o militares de un rival… resistir, contraatacar y recuperarse rápidamente de las perturbaciones causadas por adversarios”. “La disuasión integrada depende de una variedad de herramientas estatales como la diplomacia, la información y la economía”
Y prosiguió: «La cooperación en seguridad es para contrarrestar los avances de aquellos que buscan desestabilizar el hemisferio”, “profundicemos las formas en que trabajamos juntos para enfrentar los desafíos del Hemisferio, alianzas hemisféricas que esta sesión CDMA fortalecerá y promoverá»
Sus palabras concuerdan con los argumentos expresados antes del encuentro en Brasil por parte de la Comandante del Southcom (Comando Sur) Laura Richardson.
La realidad local se desmarca de los mensajes en la Cumbre, la presencia del Ejército de los EEUU para realizar obras de navegabilidad en el tramo paraguayo de la ruta troncal Río Paraguay-Paraná cuyos objetivos ocultos que motivan a los EEUU es «estudiar y recopilar» datos de la navegación fluvial de la hidrovía junto a la instalación de tropas estadounidenses en la Triple frontera.
Al igual que en el pasado, la relación entre la nueva cruzada anticorrupción y la geopolítica de los recursos naturales no es un secreto. En el marco de la “Estrategia de Estados Unidos para Combatir la Corrupción” lanzada por Joe Biden en diciembre de 2021, la Oficina de Recursos Energéticos del Departamento de Estado asumió la responsabilidad de la “Iniciativa de Transparencia sobre Industrias Extractivas” que, entre otras cosas, busca “combatir la corrupción en los sectores globales de gas, petróleo y minería”.
En 2017 el entonces embajador estadounidense interino, Tom Cooney, visitaba el paraje y destacaba las inversiones que realizarían las transnacionales Chevron y Exxon Mobil en el vecino yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, segundo reservorio mundial de shale gas. En abril 2018 se conoció la noticia de que el Comando Sur lograba imponer al gobierno argentino construir una base militar en la provincia, anteriormente el Coronel Edwin Passmore había realizado gestiones en la provincia norteña del Chaco pero fue desechado este primer intento estadounidense para implantar un Programa de Ayuda Humanitaria en suelo argentino.
El 7 de mayo 2021 se informó que “técnicos” norteamericanos habían empezado a construir las instalaciones, donadas por el Comando Sur en concepto de «Ayuda humanitaria» en donde residiría la Defensa Civil de dicha provincia en caso de desastres naturales. El costo de la obra ascendería a 2 millones de dólares y constaría de una sede con una nave de 600 m² que funcionaría como centro de evacuación ante catástrofes naturales eventuales y un campamento con capacidad de albergar hasta 500 personas. Se ubicaría sobre la Autovía Norte y cerca del centro de distribución estratégica del aeropuerto internacional J.D. Perón y mira por dónde estratégicamente a 8 kms del lugar donde la empresa YPF encontró en 2011 «un mega yacimiento de petróleo», el de Vaca Muerta.
Modus operandi.
El anterior Comandante del Comando Sur, almirante Kurt Tidd, en febrero del 2018 exponía a las claras en el Congreso el escenario planeado para el futuro fundado en la Estrategia de Defensa Nacional (2018) y la Estrategia de Seguridad Nacional (2017-2018): «En términos de proximidad geográfica, comercio, inmigración y cultura, no hay otra parte del mundo que afecte más la vida cotidiana de Estados Unidos que América Central, América del Sur y el Caribe».
A nivel global como se modela la disuasión integrada.
El concepto planteado por Colin Kahl, subsecretario de Defensa para Asuntos Políticos de EEUU durante la cumbre Defense One Outlook: «En términos de integrado… queremos decir, integrado en todos los dominios, convencional, nuclear, cibernético, espacial, informativo» y agrega que «integrado en los teatros de competencia y conflicto potencial [e] integrado en todo el espectro del conflicto, desde la guerra de alta intensidad hasta la zona gris [China]«. El concepto también significa integración de todos los instrumentos del poder nacional. Lo que es más importante, significa estar «integrados entre nuestros aliados y socios, que son la verdadera ventaja asimétrica que Estados Unidos tiene sobre cualquier otro competidor o adversario potencial”.
«China sigue buscando sistemas de armas avanzados con atributos y capacidades realmente novedosos, como una capacidad de doble uso de armas hipersónicas que trasciende las delimitaciones formales y normativas entre dominios», dijo el almirante Charles Richard, comandante del Mando Estratégico de Estados Unidos, en el Simposio Space & Missile Defense 2021 celebrado en Huntsville (Alabama).
Por su lado el vicejefe del Estado Mayor Conjunto, el general John Hyten, general de las Fuerzas Aéreas y responsable del STRACOM (Comando Estratégico de las Fuerzas Armadas estadounidense) que supervisa las operaciones de redes de una red global de mando y control de satélites, comunicaciones, instalaciones de advertencia y lanzamiento espacial de misiles; y es responsable del desarrollo y adquisición de sistemas espaciales. Está al mando de aproximadamente 38.000 profesionales del espacio y ciberespacio asignados a 134 lugares de todo el mundo, ante esa audiencia declaró:
«Defendemos esta nación disuadiendo el conflicto» y afirmó que: «Estamos elaborando un Concepto de Lucha Conjunta que se centra en la amenaza que se avecina, que es China». En cuanto a la consecución de este objetivo, Hyten subrayó la importancia de trabajar con la industria para innovar y ayudar a identificar las principales «lagunas» o áreas de necesidad dentro de los sistemas de alerta de misiles. Gran parte de esto se refiere a una serie de medidas necesarias para encontrar los puntos de énfasis necesarios dentro de la «cadena de muerte».
Fruto de esta colaboración es el HBTSS, Hypersonic and Ballistic Tracking Space Sensor program (Programa de sensores espaciales de seguimiento hipersónico y balístico), es una parte crítica de la constelación de satélites OPIR, trabajo compartido entre la Agencia de Defensa de Misiles con la industria (Northrop Grumman) para diseñar nuevos satélites y cargas útiles capaces de establecer y «mantener» un seguimiento de vehículos hipersónicos de maniobra que no siguen la conocida trayectoria curva «parabólica» de los misiles balísticos.
A partir de mediados de esta década, el Comando de Sistemas Espaciales comenzará a lanzar una nueva constelación de cinco satélites de alerta temprana de misiles balísticos conocidos como satélites OPIR (Overhead Persistent IR) de próxima generación para aumentar los satélites existentes del Sistema Infrarrojo Basado en el Espacio (SBIRS).
Dos de esos satélites OPIR serán satélites polares de próxima generación (NGP) en órbitas altamente elípticas, que cubrirán la región polar norte del planeta, la ruta más corta para que un misil balístico sea disparado contra los EEUU. Bajo contrato de la Fuerza Espacial de EE. UU., los satélites polares están siendo diseñados y desarrollados por Northrop Grumman, y las cargas útiles de la misión para esos dos satélites están diseñadas y desarrolladas por Northrop Grumman y Ball Aerospace. Ese mismo suministrará una carga útil OPIR adicional para Next-Generation Geo (NGG), que estará estacionada en órbita geosincrónica.
El programa de modernización nuclear que la administración Biden heredó de sus dos predecesores continuará. Esto incluye el nuevo ICBM Sentinel, un sistema con base en tierra; un mínimo de 12 submarinos de misiles de la clase Columbia y el misil Trident II de vida extendida que llevarán; el bombardero B-21; y un misil de crucero lanzado desde el aire de reemplazo.
La Revisión de la Postura Nuclear (NPR) del Pentágono, con la que el Departamento de Defensa sorprendió por apostar por el desarrollo de armas nucleares de baja intensidad en un momento en que la comunidad internacional aboga por la desnuclearización.
