«Este jueves, el secretario general de la CSI, Ignacio Fuster, ha sido violentamente agredido en la calle por un cobarde que había sido expulsado del sindicato CSI por sus actitudes y agresiones. Pensábamos que este ex militante ya había dejado atrás sus varios antecedentes de agredir a compañeros de izquierda.
Esta personas con sus comportamientos fascistas no puede tener protagonismo en organizaciones que se dicen de izquierda. Hay varias personas, movidas únicamente por sus intereses personales y económicos, que intenta utilizar a esta serie de descerebrados para pretender partir una organización histórica, de clase y combativa como es la CSI.
El secretario general, ya sufrió en su carne intentos de represión cuando lideraba su sección sindical en la desaparecida Vauste, donde se enfrentó a la petición de 35 años de cárcel, a agresiones por oponerse al cierre de la empresa y los despidos. Como secretario general, lleva siendo objeto de difamaciones y acoso desde la realización del último congreso, ahora han ido un paso más allá.
El movimiento obrero y su lucha es nuestro día a día dentro de la CSI. Es una lucha por defender los derechos de las y los trabajadores, defender y proteger a la clase obrera de los ataques de la patronal y el estado. Este tipo de sucesos nada tienen que ver con la lucha. Que cuatro pseudo fascistas no se tomen en serio la defensa de la clase obrera, lo dice todo de ellos.
Les recordamos una vez más, que en estos 40 años construyendo organización ni el estado y su brazo armado a sueldo, ni los demás poderes fácticos han conseguido romper el sindicato CSI, esta vez tampoco lo conseguirán aunque se disfracen de revolucionarios. La Corriente Sindical d’Izquierda se reservará la participación con otras organizaciones que no condenen que a Ignacio Fuster le agredan públicamente por el simple hecho de ser el secretario general de la CSI».
