El doble rasero moral, mientras Pedro Sánchez en enero 2023 urge desde el Foro de Davos a luchar contra las «semillas podridas de Putin«, contempla el incremento de los gastos militares en los Presupuestos Generales de 2023 para alcanzar el 2% del PIB requerido por la OTAN, transfiere material armamentístico a Ucrania y coopera en el adiestramiento de contingentes de las Fuerzas Armadas ucranianas en bases de Toledo y Zaragoza, entretanto España es el principal comprador de GNL ruso de la UE en lo que va de año
Las compras de gas natural licuado procedente de la Federación Rusa que realizó el Reino de España en los meses de enero y febrero del 2023 han registrado fuertes incrementos respecto al año anterior. A pesar del veto de la Unión Europea, Rusia es actualmente el tercer proveedor gasístico del gas natural licuado y apoya la tesis de la inviabilidad de la estrategia energética europea, a lo que se suma el descenso para España de los suministros procedentes de los otros tres mayores proveedores, Argelia, Nigeria y EEUU
La UE desde 20 de diciembre de 1968, emitió una decisión que obligaba a los Estados miembros la necesidad de mantener niveles mínimos de reservas de energía, que concuerda con los requerimientos de la IEA (International Energy Agency) y en 24 de julio de 1973, las formas de gestión y usos de estas reservas. Los tres objetivos principales de estas decisiones de la UE fueron: La sostenibilidad medioambiental, la competitividad del mercado interno de energía y la seguridad de suministro.
El planteamiento del plano energético de 2022 ha supuesto un vuelco en la política española de suministros, disminuyeron las importaciones argelinas de gas natural, aumentaron drásticamente las estadounidenses de gas licuado y, pese a las sanciones en vigor, se incrementaron también las rusas que han desplazado del tercer puesto a Nigeria.
Si nos atenemos a los datos proporcionados por el CORES (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) que es corresponsable con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de varias estadísticas energéticas contenidas en el Plan Estadístico Nacional de España, las importaciones de gas ruso crecieron en 2022 un 54,8%. El mes de enero se dispararon un 192% en comparación al mismo periodo del año anterior, alcanzando luego en febrero los 5.465 Gwh. O lo que es lo mismo: un incremento del 151,4% interanual.
Según datos de seguimiento de buques de Bloomberg, España es el principal comprador de GNL ruso de la UE. También es el país del bloque que más gasta 944 millones de euros en petróleo y gas procedentes de Moscú, según el Centre for Research on Energy and Clean Air.
Como resultado, Rusia se afianza con una cuota del 17,2% en el mercado español de las importaciones de gas frente al de 2022 que fue del 12,6% y en 2021 del 8,9%, índice que más o menos marcaba la tónica general del gas ruso en España hasta entonces.
España es el principal comprador de GNL ruso de la UE en lo que va de año, seguida de Bélgica y Francia. Las importaciones de gas natural licuado ruso por parte de España se han disparado un 84% desde el conflicto de Ucrania. Previamente el caso argelino incide en las compras, sucede cuando Argelia cierra el gasoducto Magreb Europa (GME), uno de los dos que abastecen a España, tras el giro político de la Moncloa a favor de las reivindicaciones de Marruecos en otoño del 2021, en diciembre del 2022 su cuota había pasado del 42,7% al 23,8%.
¿Cómo es posible?
Pese al régimen de sanciones impuesto y que la Comisión Europea conmina a los operadores de los estados miembros a no renovarlos, los contratos suscritos con compañías suministradoras rusas siguen vigentes hasta la fecha de su finalización. El responsable de Energía de la UE, Kadri Simson, instó a detener los envíos, afirmando que las empresas europeas no deberían renovar los contratos a largo plazo una vez finalizados los actuales, pero no anunció ninguna medida concreta.
De acuerdo a las estadísticas de CORES, las importaciones españolas de gas, efectivamente, descendieron un 16% en febrero (31.825 Gwh). El 32,5% llegó a través de tubería y el 67,5% restante por buques metaneros como gas natural licuado (GNL).
Por encima de los llamamientos de la cúpula de la Comisión Europea la realidad jurídica se impone: el suministro de GNL ruso a España está asegurado de momento por razones jurídicas: el cumplimiento de los contratos firmados. Su renovación atenderá a una razón económica y su no renovación a consideraciones políticas, si España cortase el suministro ruso estaría obligada a pagar por cumplimiento de contrato.
El quiero y no puedo
El discurso oficial en la UE sigue siendo muy solidario y heroico para defender los valores «occidentales» de Kiev pero a la hora de la verdad el costo económico y social para Europa de la energía es enorme. Manuel Monereo explica la dualidad entre los arrebatos rusofóbicos de la UE y la realidad económica que se impone:
«Hay como dos mundos: el del relato oficial, donde Putin es muy malo, todos estamos contra Putin y vamos a arruinar su economía; y también el del relato real, donde Europa sigue siendo muy dependiente del gas y ha sustituido una dependencia del gas ruso que era mutuamente ventajosa, por otra en la que el gas estadounidense es mucho más caro y no basta para las necesidades del continente».
La estrategia de estrangular económicamente a Rusia hace aguas, más bien la robustece a nivel global y aumenta progresivamente, provocó la búsqueda de nuevos territorios y nuevos socios para ubicar los excedentes de gas y petróleo. En enero 2023, la India compró 33 veces más petróleo ruso que un año antes, el tercer mayor importador de crudo del mundo compró a Rusia una media de 1,2 millones de barriles diarios en diciembre, según datos de Vortexa Ltd., un 29% más que el mes anterior. Tras la operación militar especial de Ucrania, Rusia ha superado a Arabia Saudí en enviar crudo a China y ha mandado 13.800 millones de metros cúbicos de gas a través del gasoducto Power of Siberia entre enero y noviembre del año pasado.
Pese a que Polonia es el país más antirruso de la UE sigue siendo el mayor importador de la UE de gas licuado de petróleo ruso, en 2022, Polonia compró por un valor de 710,3 millones de euros, mientras el resto de la UE adquirió 417 millones de euros según los datos de Eurostat y Forum Energii recopilados por el periódico Rzeczpospolita, (este tipo de gas no está sujeto a sanciones).
En enero 2023, el vicepresidente ruso, Alexandr Novak informó que los ingresos del presupuesto ruso derivado del sector petrolero y gasístico crecieron en 2022 un 28% (34.195 millones de euros), pese a las sanciones de Occidente para reducir la dependencia de hidrocarburos rusos y de fijar un tope al crudo.
Rusia no solo vende gas sino que compra, Moscú al comprar los excedentes de gas turkmeno apunta a evitar que la Unión Europea u otros países lo adquieran como instrumento en la lucha económica contra Rusia. Es también un gesto político que refuerza la sólida cooperación en seguridad entre las agencias de ambos países en épocas de turbulencias en una región donde Turkmenistán comparte 800 kilómetros de frontera con Afganistán y dos puntos fronterizos tripartitos con ese país, Irán y Uzbekistán y permiten pensar en una lógica asociación entre Gazprom y Turkmenistán para implementar el gasoducto TAPI para 4 países: Turkmenistán, Afganistán, Pakistán e India
Conflicto de intereses nacionales.
Se va agravando el conflicto de intereses entre los bloques económicos de la UE y EEUU, el cuestionamiento de la hegemonía norteamericana se refleja en el plano económico. Los viajes de dignatarios europeos, como el viaje de Macron a Pekín demuestra las dudas del Gobierno francés de continuar una estrategia que lleva a Francia a enfrentarse a Rusia y también a China, o la llegada del ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, a Moscú para sostener negociaciones sobre energía con el viceprimer ministro ruso, Alexandr Nóvak, y el jefe de la Corporación Estatal Rosatom, Alexéi Lijachov, conducen al axioma que «los intereses de Europa no coinciden con los de EEUU»
