Jose Manuel Carrizosa.
El conflicto arrastrado desde la aprobación del decreto de diciembre de 2019 sobre la regulación de la marisquería, ha llevado al conflicto entre los trabajadores del mejillón, conocidos como “bateeiros” y los del percebe.
Ante este conflicto se han producido distintas movilizaciones, la última de ellas realizada el pasado jueves y que acabó con cargas por parte de la policía contra los manifestantes.
Sobre las 8 de la mañana arrancó una concentración junto a la junta que reunió a 300 personas en apoyo a los bateerios y por la derogación del decreto antes comentado.
Según la Xunta de Galicia, que advirtió que la concentración no estaba comunicada, la intervención policial se produjo tras la amenaza de entrada de los manifestantes en las instalaciones de la administración pública y su «comportamiento violento».
Los manifestantes a su vez critican como sumamente desproporcionada la actuación de los cuerpos de seguridad, en la que aseguran que hubo disparos de goma «a la altura de la cabeza» y «porrazos en cabeza y brazos», produciendo de esta forma al menos un herido, un hombre de la localidad de Rianxo, que fue evacuado al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.
Los manifestantes aseguran que hubo un herido más. Además, la policía arrestó a otros dos manifestantes, que fueron trasladados a comisaría para la toma de declaración.
Este hecho junto con la magnitud de la intervención policial provocó que la manifestación se dirigiese a las instalaciones de la Policía Nacional con consignas de «nos reciben a palos».
Por otro lado, un error técnico producido esta semana que provocó la anulación de las últimas aperturas de zonas de extracción de mejilla ha provocado más inestabilidad entre los bateeiros.
