En los primeros días de febrero, el mundo evocó los 80 años de la batalla de Stalingrado, gesta decisiva de la II Guerra Mundial que marcó la derrota de la Alemania hitleriana.
La confrontación principal ocurrió el 13 de septiembre de 1942 en la colina Mamai, situada en el corazón de la ciudad. Los atacantes se apoderaron de ella y desde lo alto, controlaban todo. El golpe de los atacantes estaba dirigido a la Estación Central, situada al pie de la colina. El lugar, cambió varias veces de ocupante. El 16 de septiembre la lucha se libró a 300 metros del lugar en el que se hallaba el Mariscal Chuikov al mando del Estado Mayor Soviético.
El 24, los alemanes ocupaban la mayor parte del centro de Stalingrado. El 27, iniciaron la ofensiva final para apoderarse de la zona industrial. El 28 fue un día decisivo. Chuikov dijo: “Un día más de esta clase, y nos hubieran arrojado al Volga”. El 30, en Berlín Hitler dijo: “Asaltamos Stalingrado y lo tomaremos, de eso pueden estar seguros…”
Octubre del 42, fue el peor mes. Un lugar emblemático en la lucha, fue la Casa de Pavlov, un edificio de apartamentos defendido durante la Batalla. Recibió su nombre del Sargento Yákov Pávlov, que mandaba el pelotón que tomó el edificio y lo defendió. Tenía cuatro plantas y estaba ubicado en el centro de la ciudad, construido en paralelo a la orilla del Volga y la Gran Plaza 9 de enero, en homenaje al Domingo Sangriento de 1905.
El edificio fue atacado por los alemanes en septiembre de 1942. Un pelotón de la 13.ª División de la Guardia recibió la orden de tomar el edificio y defenderlo. El pelotón estaba al mando de Pávlov. Lo consiguieron, aunque sólo cuatro hombres sobrevivieron al combate. Ellos solos, lograron defender la plaza hasta que días después, tropas de refuerzo suministraron armas y morteros. Los asaltos alemanes se sucedían a lo largo del día. Cada vez que los blindados alemanes intentaban atravesar la plaza, los hombres de Pavlov concentraban fuego pesado desde el sótano, las ventanas o el tejado. Dejando atrás cadáveres y acero, los alemanes se retiraban una y otra vez. Los defensores y los civiles rusos que continuaban viviendo en los sótanos resistieron del 23 de septiembre al 25 de noviembre de 1942, cuando fueron relevados por las fuerzas soviéticas al contraataque. Pero ese fue apenas un caso. Hubo millones.
La Casa de Pávlov devino en un símbolo de la resistencia de la URSS, y de la Batalla de Stalingrado en particular. Resulta llamativo constatar que los ejércitos alemanes habían conquistado ciudades y países en semanas, pero fueron incapaces de conquistar una casa, defendida la mayor parte del tiempo por apenas una docena de soldados soviéticos. En los mapas militares alemanes, la Casa de Pavlov se señala como fortaleza. El Mariscal Chuikov, años más tarde diría que los hombres de Pávlov habían matado más alemanes que todos los que murieron durante la liberación de París. Pavlov fue nombrado héroe de la Unión Soviética por sus acciones.
El 1 de octubre el Cuartel General de Chuikov fue nuevamente atacado. Se ubicaba en la zona fabril de la ciudad y estaba rodeada de depósitos de combustibles que fueron incendiados por las bombas alemanas. Los soviéticos debieron trasladar su puesto de mando 500 metros más al norte. Las tropas alemanas capturaron parte de la sede de la fábrica de tractores, Entre el 8 y el 14 de octubre, el fin de Stalingrado estuvo más cerca que nunca. Nuevamente las tropas germanas estuvieron a 300 metros del Cuartel de Chuikov. Durante octubre se repitieron los combates. El 14, fue el nuevo plazo que Hitler fijó para la toma de la ciudad. Sólo ese día hubo 3,000 vuelos germanos sobre Stalingrado.
El 11 de noviembre los alemanes desencadenaron su última gran ofensiva. El 19, comenzó la contraofensiva histórica de las tropas soviéticas, pero en el corazón de la ciudad, la lucha continuaba heroicamente. El 25, se libró en la fábrica Octubre Rojo. Se luchó en cada taller y en cada muro. En representación del mando soviético, Malenkov y Jhruschov permanecieron en Stalingrado desde el 12 de septiembre hasta el 20 de diciembre.
El 19 de diciembre, Stalin dispuso el inicio de la “Operaciòn anillo”, que encerró al ejército germano. El 1 de enero de 1943, los alemanes ya estaban cercados en un ovalo de 70 kilómetros de largo por 25 de ancho. Su único enlace era aéreo. Von Paulos había perdido la esperanza de contactar con el ejército de Von Manstein, que estaba fuera del cerco.
Se produjeron en enero del 43 duros, combates por el control de diversas zonas de la ciudad. Derrotado, el 31 de enero el Mariscal Von Paulus se rindió en su Cuartel General, en el sótano de los almacenes Univermag, Antes, fue hecho prisionero por un teniente ruso: Fiodor Yelchenko. 24 generales alemanes cayeron prisioneros al fin de esta batalla, además de 2,500 oficiales. 91 mil soldados fueron considerados prisioneros. Más de cien mil habían muerto entre el 1 de enero y el 2 de febrero, fecha del fin de las hostilidades formales. En total, en Stalingrado murieron cinco millones de personas.
Con la capitulación del 2 de febrero, concluyó la batalla de Stalingrado, pero no terminó la guerra. Ella continuó en suelo soviético donde se produjo una cuarta gran confrontación: la batalla del Arco de Kurst, que permitió expulsar los invasores de la URSS. Después vendría, en enero de 1944, el fin del cerco a Leningrado y luego la lucha por liberar a Europa del dominio del fascismo y perseguir a los nazis hasta su guarida en Berlín. El 30 de abril de 1945, la bandera roja con la hoz y el martillo fue izada en lo alto del Reichstag y el 9 de mayo, Alemania se declaró vencida.
Hoy, la URSS no existe, pero los pueblos avanzan en la lucha por justicia y dignidad, y .se abren paso en distintos confines de la tierra y también en América Latina. Por eso, Stalingrado vive en la memoria de los pueblos y los ideales del socialismo perduran en la conciencia de millones