Tras el asalto a los tres poderes por parte de los seguidores de Bolsonaro, ocurrido el pasado domingo en la capital brasileña, el Ministro de Justicia, Flávio Dino, ha declarado que lo peor ha pasado ya.
El Presidente de Brasil, Lula da Silva, objetivo principal de la furia de la oposición fascistizada, se ha reunido hoy con representantes de los tres poderes del Estado en el Palacio de Planalto y han firmado un comunicado conjunto rechazando los actos «terroristas, vandálicos, delictivos y golpistas», de los que se ha responsabilizado al expresidente fugado a Florida, Jair Bolsonaro.
Sobre el expresidente, son muchas las voces que piden su extradición para ser juzgado como responsable de lo ocurrido el pasado 08 de enero, un año y dos días después de que los seguidores de Donald Trump asaltasen el Capitolio estadounidense.
Incluso en el partido demócrata hay voces significativas, como Alexandra Ocasio-Cortez o el Secretario de Estado, Antony Blinken, han condenado el ataque y sugerido la posibilidad de extraditar a Bolsonaro de su país.
