El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado a una empresa por discriminar salarialmente a una trabajadora que ostentaba mayor titulación y antigüedad que su compañero varón.
La Sala de lo Social ha sentenciado obligando a la empresa a retribuir a la interesada con el mismo salario que cobra su compañero y a indemnizarla con 13.000 euros, que equivaldría a las diferencias retributivas desde que fue solicitada la revisión salarial.
La empleada tiene la categoría de Técnico Titulado Superior, y su compañero homólogo varón ostenta la de Técnico Grado Medio y fue contratado por la empresa con posterioridad. No obstante, los dos ocupaban el mismo puesto de trabajo, llevando las mismas obras, pero el varón percibía una remuneración mayor que la mujer.
En 2021 la empleada solicitó una subida salarial al llevar doce años en la firma cobrando lo mismo y le fue denegada la petición a pesar de que nunca, teóricamente, se puso en duda su capacitación profesional. Por otra parte, venía cobrando una gratificación extraordinaria que le fue suprimida cuando comenzó a disfrutar de una reducción de jornada por guarda legal de su hijo.
Por este motivo, la trabajadora demandó a la empresa, y en primera instancia se declaró que el derecho a no sufrir discriminación salarial por razón de sexo de la actora había sido vulnerado y se había atentado contra el principio de igualdad. El Juzgado de lo Social condenó a la empresa a reconocer el derecho de la empleada a percibir un salario anual en la misma cuantía que su compañero y condenó a la empresa a abonarle la referida indemnización por los daños morales sufridos.
Frente a la sentencia de instancia la compañía interpuso un recurso de suplicación alegando que las funciones que desempeñaban los dos trabajadores no eran las mismas; recurso que fue desestimado por la Sala de lo Social de TSJ, confirmando que quedaba acreditada la discriminación retributiva al no haberse podido probar una justificación objetiva y razonable para la diferencia salarial que percibía cada trabajador, y resultando clara la discriminación por la brecha salarial sexista.
