Crónica de una destitución en Perú

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Durante el mandato de Pedro Castillo, el Perú ha sufrido una crisis política permanente, con todos los resortes del Estado y del poder económico y mediático controlados por la derecha neoliberal, imbuida además de un profundo racismo y elitismo arraigado en el Perú, que nunca aceptó a un “cholo”, maestro rural de origen humilde, como Jefe del Estado, circulaba el “Vamos a tomar el gobierno y a sacar al indio” y lo han conseguido.

Pedro Castillo intentó conservar el gobierno haciendo concesiones a la derecha. Sabiendo que había una estrategia de desestabilización devaluando la moneda frente al dólar, ratificó al neoliberal Julio Valverde al frente del Banco de la Reserva del Perú, que lleva 25 años en el cargo. Le entregó a la derecha neoliberal resortes muy importantes, que finalmente, ha precipitado su caída.

Encadenamiento del Caos

Desde su asunción como presidente de la nación peruana el 21 de julio de 2021 el país ha sufrido la polarización social y la debilidad institucional del mandatario jalonada por una constante inestabilidad política, la oposición pidió su renuncia desde el minuto de partida.

 28 de julio: Pedro Castillo asume como presidente de Perú. Después de un conflicto post-electoral, las autoridades confirman su triunfo con el 50,1 % de los votos, frente al 49,8 alcanzado por Keiko Fujimori.

29 de julio: Castillo presenta a su primer gabinete encabezado por el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, quien de inmediato recibe críticas por sus presuntos vínculos con la organización terrorista Sendero Luminoso, entre otras acusaciones.

17 de agosto: El canciller Héctor Béjar renuncia al cargo, a dos semanas de haber sido nombrado, luego de que saliera a la luz una entrevista en la que culpó a la Marina de haber incitado el terrorismo que padeció Perú en los años 80 y 90, lo que provocó críticas de congresistas y medios de oposición. Primera baja del gabinete.

27 de agosto: El Congreso otorga a Guido Bellido el voto de confianza después de semanas de incertidumbre y polémicas.

31 de agosto: El ministro del Trabajo, Iber Maraví, renuncia acosado por denuncias que lo vinculan con el terrorismo.

6 de octubre: Bellido renuncia por pedido del presidente. En sus 69 días al frente del gabinete estuvo rodeado de polémicas por una denuncia por supuesta «apología del terrorismo», además de sus peleas con otros ministros y congresistas.

27 de octubre: La hija menor del presidente celebra su cumpleaños en el Palacio de Gobierno y en medio de las restricciones de la pandemia que impiden este tipo de eventos, lo que desata una controversia y una investigación judicial. Tres meses después el presidente dirá que se enteró del festejo a último momento, cuando escuchó «la bulla».

3 de noviembre: El ministro del Interior, Luis Barranzuela, renuncia ante el escándalo que provocó por organizar en su casa una fiesta que violaba las restricciones de la pandemia.

4 de noviembre: 2ª presidenta del Consejo de Ministros: Mirtha Vásquez

24 de noviembre: El secretario general del Palacio de Gobierno, Bruno Pacheco, es obligado a renunciar después de una serie de escándalos por corrupción y por el supuesto ascenso irregular de militares.

28 de noviembre: El programa televisivo Cuarto Poder revela, a través de una serie de videos, que Castillo realiza reuniones clandestinas en su casa con funcionarios, empresarios y exministros. Una de las invitadas es Karelim López, una empresaria que ha logrado que firmas que representa obtengan concesiones del Estado. La oposición intensifica las denuncias de corrupción en contra del presidente. La justicia lo investiga por tráfico de influencias.

7 de diciembre: Primer pedido de «vancancia» (destitución por supuesta «incapacidad moral») por el Congreso, que es rechazada.

21 de diciembre: El Congreso aprueba una moción de censura al ministro de Educación, Carlos Gallardo, quien renuncia después del escándalo provocado por la venta de exámenes para obtener nombramientos docentes.

 La crisis se profundiza en 2022

24 de enero: Castillo ofrece su primera entrevista internacional a CNN. Provoca una fuerte controversia porque reconoce que no se formó para ser político, ni presidente; y también al anunciar que está dispuesto a someter a consulta popular la posibilidad de que Perú le otorgue a Bolivia acceso al mar. La oposición lo acusa de traición a la patria.

28 de enero: El ministro del Interior, Avelino Guillén, renuncia por sus desacuerdos con el Comandante General de la Policía, Javier Gallardo, a quien el presidente se niega a destituir.

31 de enero: Castillo anuncia la renovación total del gabinete.

1 de febrero: 3° presidente del Consejo de Ministros Héctor Valer que ni siquiera llega a asumir. Cuatro días más tarde renuncia en medio del escándalo generado por las denuncias por violencia doméstica.

8 de febrero: Aníbal Torres se convierte en el 4° presidente del Consejo de Ministros.

1 de marzo: El ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, renuncia en medio de denuncias de corrupción por presuntamente manipular las licitaciones de obra pública para favorecer a determinados empresarios.

14 de marzo: Segundo pedido de «vancancia» por el Congreso, quien dos semanas más tarde se presenta ante el pleno para defenderse durante cinco horas. El juicio de destitución no consigue los votos necesarios.

20 de marzo: Asume el nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos, Félix Inocente Chero Medina. Con él, Castillo ya acumula el récord de 50 ministros en menos de ocho meses.

28 de marzo: El Gremio Nacional de Transportistas y Conductores inicia un paro nacional e indefinido en protesta por el alza en el precio de los combustibles. En los días siguientes el país es un caos, hay bloqueos en las carreteras, saqueos, enfrentamientos y manifestaciones masivas.

31 de marzo: El Congreso censura al ministro de Salud, Hernán Condorí, quien se ve obligado a renunciar solo 45 días después de haber asumido. Lo acusan de mala gestión en la campaña de vacunación contra el coronavirus.

5 de abril: Castillo decreta un toque de queda que obtiene un repudio generalizado. Miles de personas se rebelan y salen a las calles a exigir la renuncia del presidente, quien horas más tarde deroga el estado de emergencia. La oposición mediática y partidaria da por hecho su salida anticipada del poder. En medio de la crisis política, algunas voces apuestan por el cierre del Congreso y por una Asamblea Constituyente. También acusan a «la derecha golpista» de querer derrocar a un gobierno democráticamente electo.

7 de abril: El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, elogia a Adolf Hitller al considerar que «convirtió a Alemania en una potencia».

8 de abril: El Congreso aprueba una moción para pedirle a Castillo que renuncie.

18 de abril: Pedro Castillo provoca un nuevo escándalo al proponer la castración química para violadores de niños, adolescentes y mujeres tras el caso de la niña de tres años víctima de agresión sexual.

17 de mayo: La Policía peruana emite una alerta internacional para detener a un sobrino y a un exsecretario de Pedro Castillo por presuntos actos de corrupción.

30 de junio: Castillo presenta su «renuncia irrevocable» a la militancia del partido Perú Libre que lo llevó al poder.

26 de julio: Bruno Pacheco, exsecretario de Castillo, se entrega a la Justicia después de cuatro meses de haber estado prófugo.

3 de agosto: El presidente del Consejo de ministros, Aníbal Torres, renuncia, pero Castillo no acepta su decisión y lo mantiene en el gabinete.

4 de agosto: El Congreso de Perú no autoriza a Pedro Castillo a viajar a Colombia para la investidura de Gustavo Petro. Semanas más tarde tampoco le deja viajar al Vaticano.

10 de agosto: La Justicia de Perú autoriza la detención de Yenifer Paredes, cuñada de Castillo, por un presunto acto de corrupción. La Policía allana la residencia presidencial. El país vive un clima de máxima tensión. El presidente llama a defender la democracia. Finalmente, Paredes se entrega y queda en prisión preventiva.

11 de agosto: La Fiscalía de Perú abre la sexta investigación contra Castillo y le impide a la primera dama, Lilia Paredes, salir del país durante 36 meses. Crecen los rumores de que será detenida.

25 de agosto: Castillo rearma nuevamente su Gabinete. En 13 meses de Gobierno ya ha reemplazado a 68 funcionarios de primer nivel.

5 de septiembre: Castillo declara ante la Fiscalía y rechaza todas las acusaciones en su contra.

Últimos meses: la tensión aumenta

11 de octubre: La Fiscalía presenta una denuncia constitucional contra Castillo, quien se convierte en el primer presidente de la historia de Perú en enfrentar esta acusación. Está acusado de organización criminal y tráfico de influencias.

Ese mismo día, la Policía Nacional y el Ministerio Público allanaron las oficinas y las casas particulares de un grupo de congresistas conocidos como «Los Niños» y de funcionarios, amigos y familiares de Castillo. Todos están denunciados en varias causas por presunta corrupción. La crisis política se agrava.

20 de octubre: La OEA acepta enviar una misión a Perú por pedido de Castillo, con el fin de promover el diálogo entre el Gobierno y la oposición. El 1 de diciembre, luego de visitar el país, el grupo de expertos propone «una tregua».

17 de noviembre: El Congreso le niega a Pedro Castillo el permiso para viajar a la Cumbre del Pacífico en México. Andrés Manuel López Obrador decide cancelar el encuentro.

22 de noviembre: El Tribunal Constitucional de Perú anula el proceso contra Pedro Castillo por «traición a la patria», una de las causas más graves que había en su contra.

25 de noviembre: Dimite el presidente del Consejo de Ministros Aníbal Torres, duró nueve meses y 16 días.

2 de diciembre: El Congreso peruano aprueba iniciar, por tercera vez, un juicio político contra Castillo. El debate por la moción de vacancia se cita para el 7 de diciembre.

Acto final. Crónica de una destitución

7 de diciembre: Hora y media antes de su destitución, Castillo en un mensaje a la nación había anunciado la conformación de un «gobierno de excepción«, e implementó un toque de queda sin contar con apoyo popular ni de las Fuerzas Armadas.

Mientras el Tribunal Constitucional calificó la decisión de Castillo como un «golpe de Estado al margen de la Constitución y la Ley» e instó a reconocer el orden sucesorio en la Presidencia de Perú, el Comando Conjunto de las Fuerzas de seguridad se declaró «respetuoso del orden constitucional establecido» e invocó a los peruanos a «mantener la calma y confiar en las instituciones del Estado legalmente establecidas».

7 de diciembre: Horas antes de que se celebrase la moción de vacancia, el presidente anuncia de manera sorpresiva la disolución del Congreso, no recibe el respaldado del Tribunal Constitucional, ni por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

El Fuerte militar Hoyos Rubio, que normalmente en estas situaciones abre sus puertas para sacar los tanques y poner orden, se mantiene quieto. Finalmente, la Cámara sigue adelante con la iniciativa con el argumento de «defender la democracia«, 101 congresistas votan a favor de remover del cargo al presidente de Perú. La instancia, superó con creces las expectativas de la oposición que preveía tan solo 81 votos de los 87 necesarios para aplicar la figura constitucional, y procede a destituye al presidente Castillo y declarar su vacancia por «incapacidad moral permanente«.

Minutos después, Castillo es detenido bajo los presuntos delitos de «sedición, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública«. El Congreso de Perú toma juramento a Dina Boluarte este como Presidenta de la República, cierre del acto final.

Dina Boluarte

Dina Boluarte se convirtió este miércoles en la primera mujer en asumir la presidencia de Perú, la flamante presidenta llamó a una «tregua política» para instalar un gobierno de «unidad nacional«, para rescatar al país de la «corrupción y el desgobierno«, y apeló «a defender la soberanía nacional y la independencia de las instituciones democráticas».

Una carrera en ascenso

Boluarte nacida en la ciudad de Chalhuanca, departamento de Apurímaces es abogada por la Universidad San Martín de Porres, en donde cursó una maestría en Derecho Notarial y Registral. En 2015, fue nombrada jefa encargada de la Oficina Registral del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) en el distrito limeño de Surco. Posteriormente, asumió como primera vicepresidenta de los Clubes Departamentales de Perú.

Su acercamiento con Perú Libre inició en 2018, cuando el partido la eligió candidata a la alcaldía de Surquillo. Boluarte participó en las elecciones parlamentarias extraordinarias de 2020, las cuales fueron convocadas por el entonces presidente Martín Vizcarra tras disolver el Congreso, la abogada no obtuvo un escaño. Sin el compromiso de una organización política tras su expulsión de Perú Libre, en enero de este año, la flamante mandataria había hecho un llamado a la «más amplia unidad de todas y todos los peruanos».

Los errores de Castillo y su deriva

Como se dice en el Perú, el gobierno de Pedro Castillo ha sido “arroz con mango”, una mezcla caótica. Según la valoración del Partido Comunista Peruano durante el mandato de Castillo se ha fortalecido la dependencia de Perú con el imperialismo: ha fortalecido a la USAID y pasó de tener 7 bases militares estadounidenses, a 10. En la reunión de la OEA, Castillo no se alineó con los países latinoamericanos que denunciaron el bloqueo contra Cuba y las sanciones contra Venezuela y Nicaragua, sino que aplaudió a Biden y llegó a decir: “América para los americanos”, lo que es inconcebible para un presidente latinoamericano. Castillo buscó el apoyo de EEUU, tratando de alejarse de esa mancomunidad de gobiernos de izquierda latinoamericanos que se ha formado, y ha fortalecido la dependencia de Perú hacia el Imperio, además de privilegiar relaciones con Israel. Llegó a destituir al primer ministro de Relaciones Exteriores de su gobierno, Héctor Béjar, por afirmar que Perú saldría del Grupo de Lima, y nombró para sustituirlo por un canciller proclive al imperialismo

El Perú alcanza un 90% de economía informal con la proliferación de las empresas de “servicios”, equivalentes a las ETT. El grado de sindicalización y de organización es muy bajo, si bien la CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú) sigue conservando capacidad de movilización y ha tenido un papel muy importante en la lucha contra el neoliberalismo. La desindustrialización bajo los gobiernos neoliberales de Fujimori y Alán García fue muy intensa: más de 60 empresas estatales fueron entregadas al capital extranjero (Aero Perú, por ejemplo, valorada en 2 mil millones, fue vendida por 120 millones). Todo esto ha ido acompañado de una corrupción gigantesca en el país.

Del Comunicado el PCP, se desprende que Boluarte tiene más formación política, pero no es ni chicha ni limonada, se caracteriza por un comportamiento en zig-zag, con vocabulario popular al servicio de la derecha. Ayer hizo un discurso sentimental hacia los sectores populares, pero va a ser una pieza de la derecha, no pasará de una política asistencialista y por supuesto no va a hablar de cambiar la Constitución.

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