Guardia Civil busca los cuerpos de dos temporeros en la finca de un empresario sospechoso de haberlos matado

0

Agentes de la Guardia Civil están investigando con la ayuda de excavadoras y de la unidad canina en el municipio de Villacarrillo, en Jaén, para buscar pistas que den con el paradero de dos trabajadores temporeros desparecidos. A instancias del Juzgado de Instrucción de esta localidad, los agentes han ampliado la búsqueda de los cuerpos o de algún otro hallazgo en zonas de escombreras próximas a la finca en la que trabajaban y en zonas como túneles abandonados.

Se trata de Ibrahima Diouf, temporero senegalés desaparecido en extrañas condiciones en enero de 2021 y del maliense Tidiany Coulibaly, también desaparecido nueve años antes de manera repentina.

Las circunstancias de las desapariciones, aunque distanciadas en años, involucran a un mismo sospechoso, el propietario de la finca donde ambos trabajaban, en la mencionada localidad. Los dos trabajadores desaparecieron misteriosamente tras discutir con el propietario por las malas condiciones laborales.

El empresario ya fue investigado, enjuiciado y absuelto, tras el caso del primer temporero desaparecido, Tidiany. Los agentes han buscado en una finca también de su propiedad en una localidad cercana e incluso en su domicilio. La volatilización de ambos trabajadores inmigrantes de la cuadrilla del empresario agrícola se produjo tras discusiones por las condiciones de trabajo, en las que los temporeros representaban el papel de portavoz de sus compañeros.

El juzgado en 2016 ya condenó a este empresario por explotar a trabajadores inmigrantes a un año de cárcel y multa de 4.200 euros por un delito contra los trabajadores, y a otro año y medio de prisión por un delito contra la Administración junto a otra multa de 6.000 euros.

El empresario investigado exigía a sus trabajadores varear los olivos de su propiedad a destajo, no a jornal, sin importar las condiciones climatológicas o circunstancias que pusiesen en peligro las vidas de sus empleados. Los testigos afirman que el día de la desaparición de Ibrahima se produjo una intensa lluvia y la finca se encontraba empantanada. El patrón no les permitió pausar el trabajo e Ibrahima mantuvo una discusión con él tras la que decidió marcharse. Su intención era cobrar lo que el empresario le debía hasta ese momento y marcharse a otra explotación agrícola, pero nunca llegó a hacerlo y sus compañeros jamás supieron nada de él.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.