Los jornaleros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) que vienen ocupando desde hace diez años, con desalojos y nuevas ocupaciones consecutivas, la finca pública de Somonte, en Palma del Río, han vuelto a ocupar hoy la finca y sus tierras, tras haber sido desalojados el pasado jueves 19 de mayo por la Guardia Civil, que había ejecutado una orden judicial, como en ocasiones anteriores.
Los jornaleros ya habían prometido en marzo volver a ocupar dicha finca, propiedad de la Junta de Andalucía, para defender que «la tierra pública no se vende».
El Sindicato Andaluz de Trabajadores tomó en el año 2012 por primera vez la finca propiedad de la Junta de Andalucía.
El pasado marzo el SAT propuso a la Consejería de Agricultura que sacara a licitación, para que puedan concurrir a la misma cooperativas de trabajadores de Palma del Río y de municipios de su entorno, el usufructo de la finca de Somonte, terriblemente afectados por los altos índices de paro.
Los responsables del SAT, a través de su portavoz Óscar Reina, dejaron claro a Agricultura que «no queremos la propiedad de la tierra, sino que lo que estamos pidiendo, desde el primer momento, es que esa finca no se venda, que siga siempre siendo propiedad de la Junta Andalucía, es decir, de todos los andaluces».
Del mismo modo, los sindicalistas le transmitieron que «la fórmula más conveniente, para darle salida a la situación de Somonte, es que la cedan en usufructo a cooperativas de trabajadores de la comarca», es decir, de Palma del Río y de los pueblos aledaños. Se trataría, según ha aclarado Reina, de sacar a licitación el usufructo de la finca, y que los jornaleros del SAT que la vienen ocupando y trabajando, constituidos en forma de cooperativa de trabajadores, puedan concurrir a dicho proceso, pero «sin tener ningún tipo de privilegio», más allá de la opción a presentarse en igualdad de condiciones que otras cooperativas de trabajadores de la comarca.
Su objetivo es que la finca sea rentable para los jornaleros que la trabajen, mediante la referida fórmula del usufructo, y que «en ningún momento la finca se venda a un terrateniente».
Este precisamente ha sido y es el objetivo que marcó la ocupación de Somonte por el SAT el 4 de marzo de 2012 y por el que han mantenido la ocupación de la finca, con varios desalojos intercalados, hasta la actualidad.
