Ayer Macron se impuso en la segunda vuelta de las elecciones francesas a la ultraderechista Marine Le Pen. El candidato de la derecha consiguió reunir el 58,5% de los votos en medio de un escenario de gran abstención, con un 28% del electorado que decidió no acudir a las urnas.
Por su parte, Le Pen ha cosechado un 42% de los votos. La abstención ha sido la mayor en los últimos 50 años.
La izquierda se quedó sin opciones electorales para la segunda fuerza al haberse quedado Mélenchon, candidato de la Francia Insumisa, a un 3% de Le Pen en la primera vuelta de las elecciones.
La orfandad de gran parte del electorado ha evidenciado las carencias del sistema democrático francés y ha puesto a la izquierda ante un gran dilema: apoyar al mal menor o abstenerse. La trampa estaba servida.
Durante la jornada electoral se produjeron distintas manifestaciones en varias ciudades francesas bajo el lema «Ni Le Pen ni Macron», como se ve en el clip adjunto en las calles de Montpellier.
