Hoy entrevistamos a la activista por la causa saharaui, Diana Fernández Romero. Empezó a militar en esta organización y en Izquierda Unida en el año 2017, pero desde mucho antes era una militante activista por la causa saharaui, concretamente desde 2007. Hasta el día de ayer, Diana ha participado en un viaje a los campamentos saharauis en Tindouf, Argelia.
Diana, ¿Qué te impulsó al activismo prosaharaui?
Mi activismo en la causa saharaui comenzó con una niña de acogida, con la que comencé a vivir de primera mano esa realidad desconocida y oculta en la sociedad, centros educativos, etc.
A partir de entonces, fui a conocer los campamentos de población refugiada saharaui, y no pude más que empezar a aportar mi granito de arena metiéndome de lleno en la lucha por este pueblo hermano.
Desde ese momento he ido conociendo con profundidad el trasfondo político de este conflicto y llevándolo a todos los espacios y foros donde voy participando.
Después de todos estos años de activismo, ¿cómo ves el panorama de la solidaridad a nivel de la ciudadanía? ¿Crees que el apoyo es el mismo, o que por el contrario ha aumentado o ha decrecido?
La solidaridad de la ciudadanía es importante en España por motivos de responsabilidad histórica, y además en Andalucía tiene aún más peso, supongo que por la cercanía.
No obstante, a pesar de esa gran solidaridad con este pueblo hermano, en los últimos años se observa que el movimiento de solidaridad tiene un cariz más humanitario y menos cargado de incidencia política.
Siendo el carácter humanitario necesario, especialmente en los campamentos de población refugiada saharaui, hay que recodar que el la ocupación ilegal del Sáhara Occidental es un conflicto político y que nuestros hermanos y hermanas saharauis lo que necesitan es que se celebre el reférendum de autodeterminación.
Se observa también que el parón de los dos años de la pandemia ha disminuido bastante todo el trabajo solidario, que está costando remontar.
A día de hoy, ¿qué redes de solidaridad existen en el estado español?
En el estado español hay infinidad de asociaciones que trabajan con el pueblo saharaui, algunas coordinadas en estructuras estatales y otras con carácter autonómico, provincial o local, que trabajan por la concienciación en nuestro país así como sobre el terreno.
En Andalucía se encuentra la Federación Andaluza de Asociaciones por el Sáhara y a nivel estatal Ceas-Sáhara, aunque existe también mucho movimiento prosaharaui que no se encuentra en esas estructuras.
Después del nefasto cambio de postura del gobierno español con respecto al Sáhara Occidental, legitimando la ocupación marroquí, ¿qué se respira en los campamentos de Tindouf, que recientemente has visitado? ¿Algún comentario o reflexión que te haya llamado especialmente la atención?
Me ha llamado la atención que prácticamente a nivel de calle ni lo hemos escuchado. Lo que se respira en los campamentos es cansancio, agotamiento y una sensación de asentamiento que se nota en cómo van avanzando en la construcción de un “campamento” para quedarse. Los y las saharauis se están agotando y aunque en el fondo tienen esperanzas de libertad la situación actual los termina de hundir. Los jóvenes quieren salir a tener un futuro…
¿Habéis tenido oportunidad de reuniros con el Frente Polisario?
En esta ocasión, llevando una agenda de trabajo no institucional, sólo nos pudimos reunir con la Ministra de Cooperación en un momento además de mucha incertidumbre, tras el anuncio por parte del Frente Polisario de romper relaciones con España. Está actualmente todo muy en el aire de ver en qué puede afectar esa decisión.
¿Qué opinión te merece esta decisión unilateral tomada por el ejecutivo de Pedro Sánchez, en unos momentos en los que la disputa por la adquisición del gas a nivel mundial se hace latente, y teniendo en cuenta que Argelia es el principal proveedor de gas en España?
Me parece una decisión de lo más desacertada, ya no solo en lo que concierne al pueblo saharaui, sino en el momento en el que se toma la decisión y a la vista están las repercusiones económicas a las que nos ha sometido Sánchez con la decisión tomada. No solamente ha traicionado al pueblo saharaui, y no solamente ha traicionado al pueblo español con sus mentiras electoralistas. Es que además pone en peligro el suministro de un bien tan importante como es el gas.
El pasado mes de enero, hubo una reunión entre el ministro de exteriores, José Manuel Albares, y el secretario de estado de Estados Unidos, Anthony Blinken. ¿Cómo pudo influir lo tratado en esa reunión con el cambio de postura del gobierno español?
Pues parece que España, mejor dicho Sánchez, se acerca a tener buenas relaciones con Estados Unidos poniendo como moneda de cambio al pueblo saharaui. Es evidente que en esa reunión el ejecutivo de Moncloa se puso a los pies del amo yanqui, relegando una vez más la soberanía de nuestro país al baúl de objetos olvidados.
¿Qué posición mantiene el PCE en todo este asunto?
El PCE se mantiene firme en sus convicciones y no cree otra cosa salvo en que se dé cumplimiento a la legalidad internacional y se pueda celebrar el Referéndum de Autodeterminación, único instrumento válido con el que el pueblo saharaui, y sólo el pueblo saharaui, pueda decidir su destino.
Para el PCE además se mantiene que el único legítimo representante del pueblo saharaui es el Frente Polisario.
¿Qué impresiones te has traído de esta visita a Tindouf?
Justo viajé a Tindouf antes de empezar la pandemia, y en estos dos años mi sensación es que han pasado por encima de los campamentos 10 años. A pesar de ver muchas casas nuevas, todos los edificios públicos, colegios, ayuntamientos, etc. están muy deteriorados.
Mi impresión es que tenemos mucho por hacer y que ahora más que nunca nos necesitan.
