La práctica totalidad de los sindicatos de la enseñanza catalana publicaron, el pasado 3 de marzo, un llamamiento a la huelga para los días 15, 16, 17, 29 y 30 de marzo de 2022. La llamada a la huelga, suscrita por USTEC, CCOO, Intersindical, ASPEPC, UGT, CGT, y FeUSOC, es consecuencia de la inactividad por parte del Departamento de Educación que, según los sindicatos, no ha presentado ninguna propuesta ni ha facilitado ningún acuerdo en el marco de la Mesa Sectorial de Negociación de Personal Docente Funcionario no Universitario. En este sentido, los sindicatos exigen al Departamento:
- Destinar, como mínimo, el 6% del PIB a la educación.
- Revertir los recortes y, en especial, restablecer el horario lectivo anterior a los recortes, reducir las ratios estructurales, convertir los tercios de jornada en medias jornadas, retorno al carácter lectivo de las dos horas de reducción al personal mayor de 55 años, aumento del personal de atención directa al alumnado, recuperación del poder adquisitivo perdido, retirada del Decreto de Plantilles (39/2014), y la equiparación salarial.
- Retirada de la orden de calendario escolar.
- Estabilización real del personal interino y pacto de estabilidad.
- Retirada del nuevo currículum.
- Asumir la responsabilidad del Departamento en la defensa de la inmersión lingüística.
- Una negociación real y la dimisión del Conseller.
Asimismo, los sindicatos no cierran las negociaciones y se valoraría la desconvocatoria de la huelga en caso de que el Departamento hiciera llegar una propuesta satisfactoria a las exigencias sindicales.
Este llamamiento a la huelga por parte de los sindicatos llega después de que el Govern anunciase el pasado 10 de febrero una reforma del calendario escolar por la cuál el curso empezaría una semana antes de lo habitual, es decir, la primera semana de septiembre y no la segunda, como se ha venido haciendo hasta ahora.
Ha sido una propuesta controvertida que ha recibido el rechazo mayoritario de sindicatos y partidos políticos. De hecho, el pasado 17 de febrero, un centenar de miembros de los sindicatos mayoritarios se encerraron en la sede del Departamento para exigir al Conseller Cambray la retirada de la reforma del calendario y el inicio de un proceso de diálogo.
Precisamente este aspecto ha sido el más criticado por parte de los sindicatos respecto la propuesta del Departamento de avanzar el inicio de las clases. En este sentido, la USTEC considera “un escándalo la manera como una cuestión tan transcendente se anuncia a los medios de comunicación sin ningún diálogo previo con la comunidad educativa, saltándose todos los procedimientos jurídicos y administrativos, y de manera unilateral”.
En sede parlamentaria, la portavoz del Grupo Socialista, Esther Niubó acusaba al Conseller Cambray de haber tomado la decisión sin el mínimo diálogo ni acuerdo previo con la comunidad educativa, a lo cuál el Conseller respondía que su Departamento se ha basado en informes del Consejo Escolar, la Fundació Bofill, o la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica.
