El 2 de marzo se votó en la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución urgente de condena a la intervención militar rusa en Ucrania.
La resolución se aprobó con 141 votos a favor, 5 en contra y 34 abstenciones. Así como la ausencia de otros 13 países que decidieron no participar del debate.
Entre las abstenciones, países tan importantes como China e India. También Cuba, histórico socio comercial de Rusia, se abstuvo.
En la siguiente nota, la Cancillería cubana, explica el sentido de ese voto.
«La posición de Cuba es firme y consistente.
Defendemos el Derecho Internacional y estamos comprometidos con la Carta de la ONU. Defendemos la paz en todas las circunstancias y nos oponemos sin ambigüedades al uso o amenaza de uso de la fuerza contra cualquier Estado.
A nadie puede sorprenderle tampoco esa posición. Nada de lo que se dijo en la Asamblea General, ni la resolución que se aprobó puede ocultar el hecho de que ha habido durante décadas un empeño consistente de EEUU por expandir su dominio militar y hegemónico en Europa y en torno a Rusia.
Observadores de varias partes del mundo y de los propios EEUU han venido advirtiendo durante años sobre la irresponsabilidad y el peligro de pretender cercar y amenazar militarmente a Rusia. No es una alerta que Cuba haya inventado y nadie puede sorprenderse de que hoy la recordemos.
Lo que Cuba no puede hacer y no va a hacer es ignorar y dejar de señalar con honestidad y absoluta claridad las condiciones extremadamente complejas que conducen al escenario que hoy enfrentamos todos y que pudo evitarse.
Nuestro deber como Estado Miembro de las Naciones Unidas es señalar esos hechos, aun si se ofende a algunos. Las verdades incompletas para temas tan sensibles jamás serán garantías de la paz.»
