Llevamos semanas viendo la escalada de tensión azuzada por el bloque atlántico a razón de la situación en Ucrania, quien parece ya el problema menos importante en el conflicto. Los tambores de guerra resuenan con fuerza y, aunque probablemente estemos ante un tensionamiento de las partes que acabe en un calma tensa, la OTAN ha entrado de lleno en el conflicto.
La polémica presencia de España en la OTAN, por sus connotaciones históricas y por el peligro que entraña para nuestro país, amén de las muchas implicaciones a nivel de soberanía, ha hecho que el Gobierno de Sánchez entre a tomar partido en el conflicto de manera ruidosa y significativa, defendiendo una postura belicista, desplazando fuerzas militares a la zona en conflicto, mientras aboga discursivamente por el diálogo.
Esta postura ha causado una oleada de rechazo en redes sociales, en donde se ha aprovechado para cuestionar a EEUU como aliado en vista de su posicionamiento en el conflicto que mantiene abierto Marruecos contra España por su posición con el Sáhara.
Lemas que llevábamos tiempo sin ver y oír, como “¡OTAN NO, BASES FUERA!” han formado parte de nuevo del lenguaje de una buena parte de los usuarios que han exigido la retirada de las tropas españolas del conflicto y han abogado por la paz frente a un posible escenario de guerra.
Por el momento no hay convocadas movilizaciones.
Este Gobierno se corona cómo estalle la guerra. No pintamos nada ni en la OTAN ni en la UE.