En una circular remitida conjuntamente por las Consejerías de Educación y Salud se pide expresamente a los trabajadores de la enseñanza que eviten la celebración de cenas y comidas de celebración en estas fechas. Hablan expresamente de evitarlas cuando la asistencia sea en gran número, responsabilizando de antemano a los trabajadores del grave perjuicio que podría ocasionar un contagio masivo al sistema educativo.
Para la señora Campuzano no son un problema las elevadas ratios por aula, en la que los docentes pueden estar en contacto con decenas de alumnos o incluso centenares, dependiendo la especialidad. No es un problema tampoco el transporte al y desde el domicilio al lugar de trabajo o la necesidad de realizar otras tareas de la vida cotidiana tales como ir a la compra, el problema se origina cuando los trabajadores no se limitan exclusivamente a trabajar, donde los riesgos se obvian.
Esta culpabilización a los trabajadores ni es nueva, ni va a ser la última vez. Hace poco asistimos a la criminalización de los trabajadores del Hospital Regional de Málaga por un brote masivo que según el Gobierno andaluz y los grandes medios de comunicación se produjo en una celebración. Lo que es aun más grave es que descargando la responsabilidad en el trabajador a nivel individual se obvia el contexto de grave deterioro y desmantelamiento que se está dando en el sistema público de salud.
