Hoy día 18 de noviembre los estudiantes de toda España están llamados a la movilización. El detonante han sido las dos reformas que impulsa el Gobierno en el ámbito universitario, la Ley de Convivencia Universitaria y la LOSU, pero tras años de recortes en la educación superior, de privatización de las universidades públicas y de ampliación del negocio de cada vez más universidades privadas, la cuestión es si los estudiantes universitarios tenían alguna razón para no salir a la calle.
El pasado 6 de mayo el Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento ya dieron un primer paso saliendo a las calles para denunciar los planes del Gobierno y ahora se le suman otras estructuras estudiantiles, tanto sindicales como de los propios órganos estudiantiles de las universidades agrupadas en la Coordinadora de Representantes de Estudiantes en Universidades Públicas.
Las nuevas reformas en el ámbito estudiantil se suman a aquellas que se impulsan en otros niveles educativos como la LOMLOE o la reforma de la FP, que buscan como objetivo fundamental adaptar la formación de los futuros trabajadores a las necesidades empresariales, preparar a la clase obrera del futuro para la modernización capitalista que se está acometiendo en nuestro país.
Las movilizaciones convocadas en 16 ciudades de nuestro país aspiran a hacer retroceder al Gobierno en estos planes y contribuir a reforzar la organización del estudiantado para luchar junto a otros sectores, cómo no mencionar hoy la tercera jornada de huelga del metal en Cádiz o la huelga de ayer en La Mariña lucense para defender el futuro industrial de la Comarca, para derrotar los planes de la patronal para salir de esta nueva crisis a costa de una mayor explotación de la clase obrera.