A la atención del señor Presidente del gobierno de coalición

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El 14 de julio un grupo de mujeres representantes de distintos Colectivos Feministas de la Comunidad Valenciana nos entrevistamos con la Delegada del Gobierno, la socialista Gloria Calero (con la que se estableció un diálogo fluido y muy provechoso), para pedirle que hiciera entrega al Presidente del Gobierno Pedro Sánchez de una carta y de una serie de Manifiestos en los que se pedía el cumplimiento íntegro de la Agenda Feminista y la paralización del Anteproyecto de “Ley Trans”, por, entre otros motivos, entrar en colisión con el fundamento jurídico establecido por la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la IGUALDAD EFECTIVA DE MUJERES Y HOMBRES:

“La ordenación general de las políticas públicas, bajo la óptica del principio de igualdad y la perspectiva de género, se plasma en el establecimiento de criterios de actuación de todos los poderes públicos en los que se integra activamente, de un modo expreso y operativo, dicho principio.  Instrumentos básicos serán, en este sentido, y en el ámbito de la Administración General del Estado, un Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades, la creación de una Comisión Interministerial de Igualdad con responsabilidades de coordinación, los informes de impacto de género, cuya obligatoriedad se amplía desde las normas legales a los planes de especial relevancia económica y social, y los informes o evaluaciones periódicos sobre la efectividad del principio de igualdad.

Merece, asimismo, destacarse que la Ley prevea, con el fin de alcanzar esa igualdad real efectiva entre mujeres y hombres, un marco general para la adopción de las llamadas acciones positivas. Se dirige, en este sentido, a todos los poderes públicos un mandato de remoción de situaciones de constatable desigualdad fáctica, no corregibles por la sola formulación del principio de igualdad jurídica o formal”.

Esta desigualdad fáctica es claramente patente, por ejemplo, en los contenidos pornográficos y en la actividad de la prostitución, y en su correspondiente correlato vinculado a una inexistente educación con criterios coeducativos, y por tanto igualitarios, a la hora de abordar el área de la Salud Sexual y Reproductiva y Afectiva, de conocer los derechos que garantizan y preservan el respeto a la integridad física y psíquica de los integrantes de toda relación, sean cuales sean los fines buscados, y que, casualmente, dificultan bastante la reivindicación de un amplio número de mujeres del derecho al acceso a unos ingresos económicos que no conlleven la anulación de derechos humanos básicos para poder subsistir. Por eso, señor Presidente del Gobierno de Coalición,  es imprescindible una Ley Abolicionista del Sistema Prostitucional.

Esta desigualdad fáctica también está presente en la atención sanitaria que reciben las mujeres, como aparece reflejado en un artículo en https://theconversation.com/ del 6 de mayo titulado “La salud de las mujeres y la de los hombres son distintas, pero se tratan igual”, en el que aparece lo siguiente:

A menudo, la investigación médica ha mirado a las mujeres “como si fueran hombres”. Es decir, ha ignorado sus problemas, enfermedades específicas, sus quejas, malestar y causas del dolor, para centrar casi exclusivamente el estudio de las mujeres en su salud reproductiva.

Pero según la OMS (2021), el género es un factor determinante de la salud. Es decir, el género (…) puede influir de manera significativa en el estado de salud física, psicológica y social, así como en el nivel de bienestar durante los años vividos. Eso implica que la morbilidad diferencial, entendida como las diferencias en el proceso de salud-enfermedad que existen entre mujeres y hombres, requiere una mayor atención.

La manera en que la persona es socializada influye en su forma de concebir el mundo, a los demás y a sí misma. Esta socialización es, por lo general, distinta en función de nuestro sexo, lo que se conoce como socialización de género.

La consecuencia inmediata es que se generan patrones de comportamiento, sistemas de creencias, expectativas, maneras de relacionarnos, de estar en el mundo, de sentir y de experimentar que difieren entre mujeres y hombres.

La perspectiva de género es fundamental para ofrecer la mejor atención sanitaria. No se trata solo de incluir a las mujeres y ver las diferencias. Urgen análisis en los que la diferencia sexual sea una categoría analítica central. Esto implica mucho más que “agregar” mujeres a los datos: tenemos que darnos cuenta de la importancia de ser una mujer o un hombre en la investigación en salud.

Y este enfoque epistemológico es el que desde hace muchos años reivindica la experta endocrinóloga Carme Valls, que en su último libro “Mujeres invisibles para la medicina” recoge, entre otros, el dato de la sobremedicalización de las mujeres en el área de Salud Mental: “un 85% de los psicofármacos -antidepresivos y ansiolíticos- se venden a mujeres, frente a un 15% que se venden a los hombres en las farmacias”.

Y es que Valls aborda en sus libros la condición de mujer desde una doble perspectiva: por un lado, la diferencia sexual, entendida como el entorno hormonal y genético que diferencia a los dos sexos -cuerpo XY o cuerpo XX- e interfiere en los diagnósticos; e incorpora las diferencias de género, entendiendo por tal los roles asociados -e impuestos- a las mujeres y que condicionan desde su salud mental hasta los tipos de trabajo.

Este también es el enfoque de otra experta en Salud, Mª Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante, y especialista en la incorporación de la perspectiva de género en Medicina, que en una entrevista concedida a El Salto el 8 de junio contó que acababa de conseguir más de 39.000 firmas en change.org para solicitar al Ministerio de Sanidad que ofrezca todos los datos de la encuesta epidemiológica de covid-19 desagregados por sexos. Y explicó el por qué de la reclamación:

Para emitir un diagnóstico en medicina, se parte de síntomas (información subjetiva aportada por quienes padecen) y signos (información objetiva mediante pruebas de laboratorio, radiografías…). En los hombres con covid-19 el principal problema ha sido respiratorio, más que en las mujeres. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) al principio de la pandemia definió la enfermedad como respiratoria de origen infeccioso. Esto, que es cierto, probablemente despistó, pues como sabemos ahora, la covid-19 se presenta con afectación de otras zonas del cuerpo. Si observas los ingresos hospitalarios, ves que ingresan más hombres que mujeres, básicamente por neumonía. Lo que pasa es que esta neumonía afecta más a hombres que a mujeres por ello se justifica que ingresen más hombres.

Pero van pasando los días y van surgiendo más manifestaciones. Las mujeres padecen más diarreas y vómitos. En las mujeres es un problema digestivo con gran frecuencia y, además, hay más manifestaciones neurológicas como la pérdida de gusto y olfato. En las mujeres hay más síntomas y signos que solamente los respiratorios.

Casi a comienzos del confinamiento sospeché que estaban muriendo más mujeres de las que se informaba, pues hay otro indicador denominado exceso de mortalidad —que es un indicador que se desarrolló en España para detectar si moría más gente con las olas de calor (programa MoMo)— y en él en marzo empezó a subir el exceso de mortalidad en las mujeres por encima de los hombres. Había un mayor exceso de mortalidad en hombres y mujeres, pero más en mujeres que años anteriores. ¿Cómo puede ser que si había más hombres fallecidos, ellas tuvieran mayor exceso de mortalidad?

Posibles razones: fallecían personas mayores, y hay más mujeres que hombres a esas edades, morían mujeres que estaban muy enfermas por otras patologías y con la presión asistencial no hubieran sido atendidas… o bien podría ser que en aquella época los test diagnósticos solo se hacían en los hospitales y como ingresaban más hombres que mujeres, a ellos se les diagnosticaba covid-19 mientras que ellas, como ingresaban menos, no se registraba su muerte por covid-19.

A finales de diciembre de 2020, el INE colgó información del lugar de ocurrencia de las muertes y esto vino a comprobar aquella hipótesis. Mueren más hombres que mujeres en los hospitales y mueren más mujeres en los geriátricos. Y, además, esta información distinguía entre covid confirmado y covid sospechoso, y se observa que mueren más mujeres que hombres por covid sospechoso, habían sido menos atendidas. Por estas razones es necesario que la información esté por sexo y longitudinalmente. Hay que ver cómo fluctúa”.

Pero además de aportar datos, desde el Área de la Ciencias de la Salud se proponen soluciones, como las que aparecen recogidas en el mencionado artículo “La salud de las mujeres y la de los hombres son distintas pero se tratan igual”:

Resulta necesario actuar a diferentes niveles:

  • A nivel político, diseñar intervenciones dirigidas a disminuir la brecha de género en los diferentes ámbitos sociales ayudaría a la disminución de la brecha de género en salud mental.
  • Asimismo, la formación de los y las profesionales sanitarias tiene que alejarse del modelo androcéntrico, dejando de tomar como referencia al hombre extrapolando los resultados al resto de la población.
  • Por último, a nivel asistencial es preciso incorporar la perspectiva de género en el abordaje del malestar emocional y romper los estereotipos de género creados alrededor de las categorías diagnósticas, incorporando a su vez un modelo biopsicosocial que permita una visión global de la persona.

Señor Presidente de un Gobierno de Coalición no Feminista, (y lo de izquierdas lo vamos a ir viendo, ahora que llegan los fondos europeos y que la Vicepresidenta Primera es Nadia Calviño), Gloria Calero, la Delegada del Gobierno se comprometió a hacerle llegar la carta y los Manifiestos que han recogido las firmas de más de 30.000 personas. Todas las compañeras Feministas que nos reunimos con ella sabemos que ha cumplido con su palabra, y algunas de esas compañeras, votantes socialistas, deseaban que vd, señor Presidente, entendiera que entre esas más de 30.000 firmas hay votantes socialistas que han abandonado la militancia y/o que se abstendrían en las próximas elecciones, y que mostraban una honda preocupación no sólo por el castigo electoral, que nunca hay que infravalorar, sino por el modelo de sociedad que se está asentando, sobre todo entre los más jóvenes. Le recomiendo que lea la carta y que repare en este párrafo:

Constatamos que ya es una realidad el retroceso en la protección de nuestros derechos como mujeres, haciendo aumentar la desprotección y afianzando el retroceso en materia de violencia, derechos sexuales y reproductivos y discriminación material y simbólica de las mujeres en todos los ámbitos, así como sobre los derechos más básicos de la infancia y adolescencia.

Creemos en la libertad de expresión y rechazamos la censura que va a suponer la calificación del delito de odio a cualquier manifestación crítica contra esta ley altamente sancionadora, equivalente a una ley mordaza”.

Le aseguro, señor Presidente, que no va a colar que de ese retroceso en la protección de nuestros derechos como mujeres, haciendo aumentar la desprotección y afianzando el retroceso en materia de violencia… tiene la culpa el simplismo analítico de Podemos, que por supuesto la tiene, pero no sólo es el único responsable.

Señor Presidente usted es el responsable último de toda Ley y política pública que se lleve adelante, o no se lleve, en el Gobierno que usted preside por ser el partido político que más diputados tiene en ese Gobierno de Coalición (120 PSOE, 35 UP), es usted el que en última instancia ratificó qué Ministerios correspondían a cada grupo político, y es usted el que ha declarado que  «El Gobierno inicia una nueva etapa, y ha reivindicado “una apuesta por rejuvenecer el gabinete, dotar de más peso a las mujeres y contar con perfiles experimentados en la política local, el trato con la gente.”

Es decir, desaparece del Gobierno y de su agenda política la mujer que conocía la Teoría ética y política Feminista y las cuentas pendientes del PSOE con la implementación y actualización de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, la Ley Orgánica de 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y la Ley Orgánica de 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

Así que, señor Presidente de este más que cuestionable Gobierno de Coalición, el PSOE se suma a la estrategia del resto de partidos de tener mujeres en los principales puestos de responsabilidad que, o bien no conocen la propuesta de cambio de modelo socioeconómico que es la reivindicación principal de la Teoría ética y Política Feminista, y que ataca la desigualdad estructural consustancial al Patriarcado y a todo lo que supone el pensamiento neoliberal, o conociéndola consideran que es un obstáculo para su ascenso político. Y desgraciadamente la actualidad política les da la razón.

He manifestado en otros artículos, y voy a continuar haciéndolo siempre que sea posible, que mi #HartazgoFeminista me lleva a defender la necesidad de la presencia en nuestro Parlamento de un Partido Feminista. He afirmado que #NosSobranRazones, tengo motivos para seguir afirmándolo, y también para desconfiar del peso que el análisis Feminista tenga en los actuales partidos políticos de izquierda.

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Puri Liétor
Purificación Liétor González. Licenciada en Psicología, siendo su área de formación y actividad profesional la Psicología Sanitaria. Nació en 1968 y eso le permitió conocer de primera mano la militancia política en clandestinidad en la figura de su padre y en su carnet del PCE. Es la nieta mayor de dos abuelas analfabetas cuyos maridos sí sabían leer y escribir, es más, su abuelo paterno llego a ser Secretario General del PSOE durante la República en su pueblecito de Jaén. Pasó de feminista anónima a activista feminista cuando conoció la primera sentencia de La Manada de Pamplona de la Audiencia de Navarra, y pasó de votante a militante de Podemos cuando en su Municipio se quedaron a un puñado de votos para tener un concejal mientras que VOX conseguía dos. Actualmente es la Secretaria General del Partido Feministas al Congreso (PFAC).

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