Israel ha reanudado los ataques aéreos en la Franja de Gaza en la madrugada de este martes, en la que aviones de guerra israelíes han atacado diversas partes del territorio. Los aviones atacaron la zona portuaria de la ciudad de Khan Yunis, en el sur de Gaza, y varios puestos de grupos de resistencia palestinos en el oeste, además de un punto adicional en el norte de Gaza.
El Ministerio de Salud Palestino ha informado de que como resultado de esos ataques fallecieron unas 22 personas civiles, entre las que se encontraban 9 niños. Además el Ministerio informó de unas 65 personas heridas.
El ataque se produce en el marco de la tensión que Israel elevó recientemente aumentando la represión sobre la mezquita Al-Aqsa, rodeada por fuerzas de seguridad de este país, provocando enfrentamientos en los que cientos de palestinos resultaron heridos en choques con la policía israelí en un lugar sagrado para los musulmanes en Jerusalén, el pasado lunes. Durante esos disturbios fueron heridos cerca de 400 palestinos, según datos de Media Luna Roja, de los cuales unos 250 tuvieron que ser hospitalizados y varios de ellos en estado crítico.
Dentro de las fricciones, medios israelíes comunicaron que fueron realizados lanzamientos de cohetes de fabricación casera hacia su territorio, de los que no se reportaron personas heridas o afectadas. Este hecho sirvió de justificación para que los aviones de Israel realizaran el ataque en esta madrugada. La represalia no se hizo esperar y el Gabinete de Seguridad, formado por miembros del Consejo de Estado del Gobierno israelí, ordenó un «bombardeo aéreo masivo» sobre Gaza. El propio primer ministro israelí, Netanyahu, ha advertido públicamente que «Israel responderá a los ataques con gran fuerza y que pagarán un alto precio».
En el mismo tono, portavoces militares del gobierno de Netanyahu amenazaron con próximos ataque en los que «Hamas sentirá el largo brazo de su ejército» y que no serán ataques de «unos minutos sino de días».
