La reforma universitaria parece ser la gota que colma el vaso para que los sindicatos estudiantiles Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento hayan convocado una jornada de lucha en defensa de la Educación Pública para el 6 de mayo exigiendo la paralización inmediata del Real Decreto de Ordenación de Enseñanzas Universitarias, así como la participación real, democrática y efectiva del estudiantado y trabajadores del ámbito en una nueva ley de universidades.
Los problemas no son de ahora, denuncian, sino que vienen de largo y esta reforma no solo no pone solución a los mismos, sino que profundiza en los problemas de la Universidad Pública. Destacan la penetración de las empresas en la universidad, ensanchando con cada nueva crisis el negocio de la educación superior, el fraude en las prácticas académicas que en la práctica es trabajo sin remunerar, con un empleo juvenil caracterizado por altos índices de paro, temporalidad y parcialidad, así como la falta de democracia en las universidades.
Como ejes reivindicativos más allá de la reforma universitaria, para la movilización el 6 de mayo plantean la gratuidad total del sistema educativo en todas las etapas, un aumento de la financiación para asegurar la calidad, la reducción de ratios en medias a 20 alumnos por clase, el aumento de plazas de FP en centros públicos y, más allá del sistema educativo, ponen encima de la mesa algunos problemas acuciantes para el estudiantado, como que las viviendas en manos de bancos y fondos buitres sean públicas y en alquiler social, la protección del patrimonio cultural y lingüístico de cada lugar o una mayor dotación para la Salud Mental en la Sanidad Pública, entendiendo que las circunstancias actuales afectan muy negativamente al estudiantado.
Los estudiantes están llamados a secundar en toda España la movilización estudiantil para el próximo 6 de mayo.
