La Fundación Nacional para la Democracia (NED por sus siglas en inglés) ha hecho pública una lista de aquellas organizaciones que, en el transcurso del año 2020, han recibido financiación desde esta fundación semi gubernamental de Estados Unidos, para su trabajo en contrarrevolucionario en la isla.
La NED, creada en 1983 por Reagan, es un think tank neoliberal, que tiene el propósito declarado de “la promoción de la democracia liberal en todo el mundo”. Este trabajo recibe financiación anual desde el presupuesto Federal estadounidense y sirve para darle continuidad a las acciones secretas de la CIA, específicamente a las Operaciones de Acción Política. Como declaró públicamente en 1991 Allen Weinstein, primer presidente de la NED, al aseverar: “Mucho de lo que hoy hacemos en la NED, ya lo hacía la CIA hace 25 años de manera encubierta”.
En la lista de subvencionados publicados, sólo en relación a Cuba, se mencionan 42 destinatarios. El proyecto mejor pagado, del Directorio Democrático Cubano, recibió 650.000 dólares y se tituló “Fomento de un mejor acceso a la información sin censura para los cubanos”.
Sin embargo, la NED censuró el destino del 21 % del total de recursos. Esta información secreta se relaciona con 15 organizaciones o proyectos, que en total recibieron 1.062.136 dólares, relacionadas con distintas áreas. Entre la que destaca, por su reciente repercusión mediática, el «Fomento a la expresión del pensamiento independiente a través del arte».
La estrategia de la NED contra Cuba, en estos últimos años, ha tenido la obsesión recurrente de la captación de jóvenes que desarrollen modalidades de arte contemporáneo. Arte que, bajo la etiqueta de «provocador», no esconde sino un alegato a la ofensa y el mal gusto, buscando provocar una reacción de repudio por parte del pueblo y las autoridades para después proclamarse como víctimas.
Sin olvidar que recibir financiación de un gobierno extranjero para promover actos de desestabilización interna y promoción de intereses políticos foráneos es un delito tipificado internacionalmente, en Cuba, en EEUU y en todos los países de la Unión Europea.
Esta estrategia se coordina con las acciones de la mafia cubanoamericana de hostigamiento y censura a los artistas cubanos que alcanzan fama internacional. A los que hacen la vida imposible si se resisten a convertirse en activistas contrarrevolucionarios a su servicio.
