Partido Comunista Portugués: Sobre las resoluciones del Consejo Europeo

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1. A pesar de las profundas fracturas y contradicciones que afectan a la Unión Europea, la reunión del Consejo Europeo evidenció la propia naturaleza de un proceso de integración intrínsecamente generador de desigualdades, divergencias y asimetrías, en el que la competición capitalista del mercado único prevalece sobre cualquier perspectiva de solidaridad entre estados, que en la práctica se confirma como inexistente.

Como se anticipaba y como el PCP previamente apuntó, la discusión en el Consejo Europeo fue totalmente condicionada y dirigida por los intereses de los principales beneficiarios del proceso de integración.

2. Hay que tener en cuenta que la propuesta llevada a este Consejo Europeo por la Comisión Europea, a su vez sacada de la propuesta elaborada por la Alemania y por la Francia, contiene de partida aspectos negativos para Portugal:

  • El recorte de fondos del Cuadro Financiero Plurianual 2021-2027, con perjuicio del necesario refuerzo de los medios financieros para asegurar una efectiva convergencia económica y social entre los diferentes países;
  • El aumento de la contribución nacional para el presupuesto de la UE, al mismo tiempo que se abría una puerta para seguir con los recortes a las contribuciones de los países que más se benefician de la Unión Europea, comprometiendo además una eficaz función redistributiva del presupuesto;
  • El denominado Fondo de Recuperación, aparte de ser insuficiente de cara a las necesidades de las inversiones existentes, representa, tanto en su componente de empréstitos, como en su componente de «subvenciones», un anticipo de fondos que será pagado más tarde, sea a través de devolución de lo prestado o sea con una reducción de las futuras transferencias del presupuesto, a partir de 2028.

3. Las resoluciones del Consejo Europeo, inicialmente dirigidas por la Alemania y la Francia y posteriormente acogidas por las presiones e imposiciones de otros de los principales beneficiarios del mercado único y el euro, determinan condiciones aún más perjudiciales para Portugal.

Por un lado, se confirma un más significativo recorte del Cuadro Financiero Plurianual 2021-2027, con implicaciones cuyo alcance aún deben conocerse con mayor detalle, pero que desde ya representan un recorte de los fondos destinado para la cohesión y la agricultura, lo cual es más grave tanto en cuanto este Marco (y no el llamado Fondo de Emergencia) será la referencia para el Futuro.

Además, en cuanto a que Portugal aumentará previsiblemente su contribución para el presupuesto de la UE, otros países – que están entre los principales beneficiarios de la integración – tendrán garantizado una aumento sustancial del descuento de sus respectivas contribuciones, del que ya se beneficiaron. Este es el caso de Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca, en cuanto a Alemania, ésta mantendrá el descuento del que ya se benefició, que es aún más significativo en el actual contexto.

Por otro lado, el denominado Fondo de Recuperación es reducido, particularmente en su componente de «subvenciones», pasando de 500 a 390 mil millones. Montantes aún más distantes de lo que la realidad y las necesidades de inversión exigirían. El peso del componente de empréstitos aumentará, lo que constituirá un impulso para un endeudamiento aún mayor por parte de los Estados, particularmente nefasto para los países como Portugal, que enfrentan ya mayores niveles de endeudamiento.

Al mismo tiempo, se están creando y empeorando mecanismos que consagran una crecida injerencia de la UE en la ejecución de las opciones de inversión y en nuestras decisiones soberanas como estados miembros. Se trata de una presión adicional inaceptable para vincular los instrumentos ahora aprobados – el presupuesto y el Fondo de Recuperación – a la imposición del recetario neoliberal de la UE, del que es parte integrante de la ambiciosa profundización de las «reformas estructurales», como por ejemplo la ofensiva contra los derechos laborales y los sistemas públicos de la seguridad social.

4. Sin eludir los montantes que, aunque insuficientes, representan un aumento circunstancial de los recursos disponibles, el PCP considera esencial que:

  • Los fondos a recibir por Portugal al abrigo del Fondo de Recuperación deberían disponerse en forma de subvenciones (fondos a «fondo perdido»), rehusando a que tengan como contrapartida cualquier reducción de las transferencias de la UE para Portugal al abrigo de la política de cohesión – fondos estructurales y de inversión -, sea en el presente o sea en cuadros financierons futuros, y tomando medidas, por el contrario, para el refuerzo de estos fondos;
  • Las opciones de inversión en el plan nacional han de estar alineadas con las necesidades reales del pueblo portugués y del país, rehusando formas de condicionalidad económica y política que pretendan interferir en las decisiones soberanas de los Estados, específicamente en el nivel de las opciones, la programación y la aplicación de los fondos;
  • La liberación del país frente a los constreñimientos que limitan y condicionan la movilización de recursos nacionales propios, como el pacto de estabilidad y la legislación sobre la gobernanza económica y el semestre europeo;
  • La adopción de medidas que garantizan que los fondos a movilizar en los próximos años estén dispuestos al servicio de la valoración del trabajo y de los trabajadores, de la defensa y promoción de la producción nacional, de la recuperación para el sector público de los sectores básicos y estratégicos de la economía, de la garantía de una administración y servicios públicos al servico del pueblo y del país, del desarrollo soberano de Portugal.

5. En el contexto actual, en el que el Gobierno del PS deja expuesta su opción a someterse a los intereses de la UE en perjuicio de la posición de defensa de los intereses nacionales como se exigiría, gana reforzada importancia la recuperación de los imprescindibles instrumentos de soberanía, en particular en el plano económico y monetario, elemento constituyente de una política alternativa, patriótica y de izquierda, de la que el país carece y que el PCP propone.

Sólo la afirmación de una política soberana, que haga prevalecer los intereses de los trabajadores y del pueblo portugués sobre las imposiciones y constreñimientos que vienen de la UE, puede responder adecuadamente a las necesidades que el país confronta.

21-7-2020

Fuente: Partido Comunista Portugués

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