La economía española comienza a animarse a un ritmo muy superior al que preveían los economistas, con datos esperanzadores que, poco a poco, confirman la idea de una recuperación potente y rápida.
Así, este mes, el número de afiliados de la Seguridad Social aumentó en 97.462, situándose en 18.556.129 personas. Aumentando, sobre todo, los afiliados en el sector de la construcción, con 50.035 trabajadores afiliados (+6,53%) y la hostelería con 35.402 más (+3,17%).
A este respecto, medidas como la subida del Salario Medio Interprofesional, el Ingreso Mínimo Vital o la derogación de la Reforma Laboral son vistas por los expertos como iniciativas que no sólo van a beneficiar a la inmensa mayoría de la población sino que, además, van a fortalecer un mercado interno muy debilitado por políticas «suicidas» que durante las dos últimas décadas han dañado de forma muy profunda la soberanía industrial del país.
Junto a ello, una mayor presión sobre las rentas más altas, que garantizará a medio plazo el control del déficit, la compra masiva de deuda con la que el Banco Central Europeo está manteniendo bajo control el tipo de interés de la misma y la inyección europea de cerca de 140.000 millones de euros a la economía española, aseguran la financiación de la economía y la aplicación de medidas modernizadoras que los sucesivos Gobiernos se negaron a realizar, confiados en el modelo de especulación y turismo masivo, que se ha mostrado de una extrema fragilidad ante posibles crisis.
En declaraciones al Senado, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha confirmado la prioridad que, para el Gobierno Democrático de Coalición, representa dicha modernización que tendrá «objetivos de largo plazo, como es el cambio del modelo económico hacia otro más sostenible, junto con actuaciones de choque, de corto plazo, para aumentar la actividad y la creación de empleo» que comenzará con un plan de choque sobre seguridad y conservación de infraestructuras y otro plan de choque sobre «movilidad sostenible en los entornos urbanos» y que incluirá un programa de eficiencia energética en la edificación y otro para impulsar a la digitalización y sostenibilidad de la cadena logística para el transporte de mercancías, así como medidas de promoción de viviendas en alquiler accesibles.
Creo que este artículo contiene varios errores. Para empezar eso de que la reducción del déficit público es bueno para el crecimiento económico es falso, para recuperarse Espana debería aumentar muchísimo el déficit público. Luego eso de que la recuperación ha sido mayor de lo esperado no es verdad. Estaba claro que mayo iba a ser mejor que abril, pero de los datos no se puede deducir que la recuperación vaya a «animarse a un ritmo muy superior al que preveían los economistas» ni «confirman la idea de una recuperación potente y rápida» en absoluto. Es más, la temporada turística va a ser nefasta, los salarios bajan a nivel internacional y lo más probable es que los ERTES de hoy sean los ERES de manana. Además, el ingreso mínimo vital no existía en mayo, así que no podemos saber su efecto. Es posible que la implantación del IMV conlleve la imposición de recortes que eviten que la economía crezca.
Por último: la «inyección europea de cerca de 140.000 millones de euros a la economía española» no se ha dado ni se dará.