Un estudio de la revista ‘Occupational & Environmental Medicine’ ha confirmado algo que cualquier trabajador sabe, aunque sólo por sentido común, y es que los trabajos más duros físicamente conllevan vidas laborales más breves, con mayor número de bajas y más tiempo de paro forzoso que los trabajos más livianos.
La investigación ha demostrado, asimismo que la mayoría de ese tipo de trabajos eran ejercidos por varones.
Para los investigadores, «este estudio demostró que las altas demandas de trabajo físico son un factor de riesgo marcado para una vida laboral más corta y un aumento de años de ausencia por enfermedad y desempleo«.
Para llegar a esa conclusión, se incluyeron todo tipo de trabajos desde la carpintería, la fontanería o la albañilería a la limpieza o la industria y, en él, se registraron las baja por enfermedad, el período de desempleo y las pensiones por discapacidad de todos los participantes.
