PIN Parental, Bolsonaro y Darwin

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En 1925, un granjero de Tennessee, John Buttler, redactó un proyecto de ley que, a la postre, acabaría prohibiendo la enseñanza de la teoría de la evolución de Darwin en todas las escuelas y universidades de Tennessee. Para escarnio del estado norteamericano esta absurda ley no se anuló hasta 1967. En 1999 la junta educacional del estado de Kansas eliminó de las escuelas la teoría de Darwin porque discrepaba de las enseñanzas bíblicas. De un modo u otro esto ha seguido sucediendo en muchos estados norteamericanos como Alabama, Arizona, Georgia o Nebraska con resultados diferentes según el caso, y para terminar con USA sólo una aseveración, la mitad de los estadounidenses no sabe o no cree que el ser humano haya evolucionado, es el llamado creacionismo.

A nosotros parece tocarnos de lejos y nunca he comprendido por qué absurda razón los americanos han emprendido ese viaje a ninguna parte teniendo como tienen la mejor educación del mundo y las universidades mejor dotadas de todo el planeta. La respuesta es bien sencilla. Esa educación y esas universidades se reservan única y exclusivamente para las élites. El pueblo norteamericano permanece en la ignorancia porque así es mucho más fácil de engañar. Aquí pueden ustedes empezar a sugerir los porqués del triunfo de Donald Trump y el auge de las fake news.

No muy lejos de allí, en Brasil, las iglesias evangélicas fundamentalistas comenzaron una campaña en el mandato de Dilma Rousseff para lanzar al aire una especie de teoría conspiranoica de los comunistas, las feministas o los movimientos LGTBI en contra de la familia tradicional acusándoles de adoctrinar a los niños y niñas en las escuelas para convertirlos en homosexuales y marxistas. Lo llamaron “Escuela sin Partido” y ahora vemos las similitudes con lo que en España se está llamando “PIN Parental”. Se inventaron un supuesto “Kit Gay” que dicen que inducía al alumnado a comportamientos homosexuales cuando lo no era más que un programa para prevenir el bulling donde a penas se hablaba de homosexualidad. Digo todo esto porque debemos estar prevenidos contra lo que puede sobrevenir. Actualmente en Brasil cientos de profesoras y profesores han sido denunciados por sus alumnos o por otros profesores o padres y han perdido su puesto de trabajo.

Bolsonaro ha transformado Brasil en un paraíso para evangélicos donde no cabe disidencia alguna. Se ha cargado la libertad de cátedra y ha dificultado increíblemente el acceso a la educación. ¿Por qué? ¿Estamos asistiendo al inicio de la bolsonarización de nuestro país? Casualmente estos ataques se están dando siempre en el entorno de la escuela pública. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que van a por ella.

Me pregunto, ¿para qué sirve la cultura? ¿Y el conocimiento? ¿Por qué es tan difícil encontrar un poco de criterio en este país de locos? ¿Y el desarrollo del espíritu crítico? ¿Quién lo promociona? ¿Acaso no es el objeto de la educación?

Realizarse estas preguntas resulta vital en un momento como este. A vueltas con el PIN Parental propuesto en Murcia gracias a VOX, Ciudadanos y PP y el posterior revuelo que se ha montado vuelvo a preguntarme, ¿cuál es el objetivo que persigue esta ley? ¿Qué es exactamente el PIN Parental? Vayamos primero con la segunda cuestión. El objeto del llamado PIN Parental es vetar actividades complementarias impartidas en horario escolar. Los centros escolares tendrían que informar a los padres de todas las actividades complementarias dentro del horario lectivo y serían estos los que las aprobarían o no. Esto iría en contra del artículo 1 de la actual ley de educación porque lo primordial es la formación integral del alumno. A su vez contravendría las normas autonómicas de educación, la ley contra la violencia de género que VOX llama violencia intrafamiliar. Va en contra de diversos tratados internacionales ratificados por España como la Convención de los Derechos de Niño o la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Así mismo contradice el Memorándum de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia, la normativa educativa, la legislación sobre la violencia y la normativa específica en materia LGTBI y para el actual ejecutivo se trataría de una objeción de conciencia encubierta.

El caso es grave porque VOX quiere aplicar el PIN Parental en Murcia pero está en el acuerdo de presupuestos de Andalucía y Madrid, lo que afectaría al 25% del alumnado español. El gobierno ya está enviando el susodicho PIN al tribunal constitucional. No obstante, y aquí viene otra pata del ataque de la derecha a la educación pública, este tribunal ostenta mayoría conservadora actualmente y el poder judicial lleva bloqueando 13 meses su renovación. Ni qué decir tiene que este poder también ha movido ficha ya que sabe que antes o después tendrá que rendir pleitesía a las mayorías que hemos otorgado la ciudadanía en nuestras votaciones. Y la ha movido otorgando 57 plazas discrecionales de alto nivel, paralizando otras 30 con posible mayoría progresista y asignando la presidencia de 5 Tribunales Supremos Autonómicos y de 14 audiencias provinciales. ¿Nos suena eso de atado y bien atado? Lo que está sucediendo es que los conservadores se están preparando para el llamado “Lawfare” o guerra jurídica. Dominando los poderes judiciales podrán hacer lo mismo que hizo Bolsonaro con Lula. La cuestión no es baladí , y aquí se contesta la primera pregunta, la del objetivo del PIN Parental. Pretende adueñarse del estado de derecho. Y de ahí venía la asimilación de lo ocurrido en Brasil que bien podría ocurrir en España con lo que ello significa para las libertades públicas.

El mismo nombre de PIN Parental tampoco es inocente ya que se ha elegido un término que ya está extendido entre los padres y madres como un concepto tecnológico de protección. ¿Qué madre o padre no querría proteger a sus hijos? ¿Están realmente las niñas y niños en peligro? No, dado que todas las herramientas que asustan a la derecha no son más instrumentos para favorecer la inclusión de la diferencia, la empatía y la multiculturalidad, que, al parecer, son valores comunistas.

A la derecha siempre le ha estorbado la cultura y para ello no va a dudar en utilizar cualquier ley que esté en su mano para acallar las voces críticas e incluso utilizar el dominio mediático que posee para desprestigiar la institución pública y conseguir su gran objetivo: Desmantelar el Estado del Bienestar.

Y para ello necesita conseguir un estado de frustración, de tensión dialéctica permanente, de confrontación, de miedo. Se les dice a los padres que sus hijos están en peligro y que se utiliza la escuela pública para ver pornografía o para transformarles en homosexuales. Se llama pederastas a los profesores que enseñen en la riqueza de la diferencia y en el respeto al otro. La acusación es tan gruesa que parece imposible que la gente trague con ello pero es que en otros lugares ya lo han conseguido y los españoles no somos tan diferentes como nos gustaría creer.

Lo del PIN Parental no es más que una etapa más en la larga Guerra Cultural que estamos sufriendo. Y la estamos perdiendo. ¿Dónde queda eso de Libertad, Igualdad y Fraternidad? Vivimos en un país donde la derecha ultracatólica tiene un poder omnímodo con miles de colegios donde podrán aplicar a sus anchas lo que les venga en gana, tiene a la prensa de su lado, tiene a la judicatura de su lado. Quieren ganar a toda costa. ¿Cuál será la siguiente etapa? ¿Estaremos vacunados contra el otoño intelectual de nuestro país? ¿Vencerán los ultramontanos? Pronto aparecerá un John Buttler para decir que como él cree que la tierra es plana entonces eso es lo que sus hijos tiene que estudiar en la escuela o las personas que opinan que las vacunas no funcionan podrán causar un mal irreparable al sistema público de salud. Así mismo instituciones que creíamos olvidadas como el esclavismo, la superioridad de una raza sobre otra, el machismo más terrible o la vuelta a la preeminencia de la religión sobre la ciencia, podrían regresar con nosotros. Y no lo olvidemos, todo esto se puede llevar a cabo desde el control de la educación. Y no pasaría nada si hubiéramos desarrollado un sistema público de educación con las bases suficientes como para responder a este ataque. Las crisis de 2007 y posteriores, las sucesivas e incompletas leyes de educación y los recortes al sistema universitario minaron nuestro sistema educativo y ahora podría tambalearse de tal modo que fuera irreconocible dentro de pocos años.

Empezamos con el PIN Parental y acabamos reconociendo que la tierra es plana y tiene 6000 años como dice la Biblia. ¡Cuidado porque nos estamos jugando todos los derechos de nuestra ciudadanía y ya no estamos en 1925!

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