Entrevista a Rosa Rubio, autora del libro “Un cuento de hadas para una menopáusica”, una oda a la vida de la mujer después de cumplir 45 años

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Guzmán Villardón

Hola Rosa. En primer lugar te agradecemos tu disponibilidad para concedernos esta entrevista.

Hola, Guzmán.  Las gracias te las tengo que dar yo a ti por contar conmigo y por dar voz a escritores locales y no “tan conocidos” como soy yo. 

¿Nos haces una pequeña presentación de tu perfil como escritora?

Pues soy Rosa Rubio, escritora pizarreña afincada en Irún desde hace muchos años.  Tengo cuatro novelas publicadas.  Y mi cometido a la hora de escribir y publicar una novela es entretener al lector, que se lo pase muy bien leyendo mis historias, y que se enganche a ellas.  Y creo que lo consigo, al menos eso me dicen.

¿Qué género es sobre el que más escribes?

Novela.  Mis cuatro obras son narrativa contemporánea y de ficción.  Y además es que me gusta contar historias de ese tipo y creo que me desenvuelvo bastante bien.

¿Publicar por cuenta propia o edición tradicional?

La verdad es que la autopublicación ha sido todo un descubrimiento.  Es un fenómeno fantástico para los escritores que queríamos publicar y que no se nos abrían muchas puertas por no ser muy conocidos de antemano.  Y con este método, podemos ver nuestra obra publicada y hacerla llegar a los lectores. 

¿Cómo promociones tus obras?

Las redes sociales ayudan mucho, y los escritores “humildes” tenemos que tirar de esas herramientas para darnos a conocer.  A mí me ha conocido mucha gente a través de ellas.  Y además de las redes, suelo hacer presentaciones en bibliotecas, en asociaciones de vecinos, en sedes políticas, en centros sociales…  Y también, el boca a boca es imprescindible para llegar a más público, ya que gente que ha leído mi obra, luego la recomienda, habla de ella, sube fotos a sus redes con mi libro… Y eso llega a más gente.  Todo suma.  

¿Cuántas horas diarias dedicas a la escritura?

Pues siendo sincera y sin que me guste mucho la respuesta, ahora mismo no le estoy dedicando ninguna porque no estoy escribiendo.  Sé que no queda muy bien decirlo, pero es la verdad.  Para escribir se necesita tiempo y concentración, y llevo unos meses que no podría estar al 100%, así que prefiero esperar y hacerlo bien.  Eso si, te diré que a las noches, cuando me quedo sola, es el mejor momento.  

¿Y a la lectura?

Pues no tanto como quisiera.  Pero soy de la opinión que para escribir “bien”, hay que leer primero, y mucho.  Eso sí, en mi mesita de noche siempre tengo algún libro.  Digamos que mi tiempo de lectura sería al acostarme.

¿De dónde parte la idea de escribir un libro?

Era algo que me rondaba por la cabeza desde hacía muchos años.  Pero lo iba dejando, lo iba dejando…  Bien por miedo, bien por ignorar este mundo…  Hasta que un día decidí que lo quería escribir y me lancé.  Y siempre tuve claro que sería novela.  Fíjate si hace años que lo tenía en mente que en la Universidad, una de las asignaturas optativas que cogí fue “Curso de Novela”, pensando que en ella nos iban a dar las pautas para ser novelistas.  ¡Vaya chasco me llevé!  No tenía nada que ver lo que yo pensaba que era la asignatura con lo que era en realidad.  La asignatura estaba muy bien porque estudiamos la novela de la posguerra, pero no era lo que yo pensaba que iba a ser.

¿Nos explicas tu proceso creativo?

Yo soy escritora “mapa”.  Eso quiero decir que antes de ponerme a escribir, yo ya sé de lo que voy a escribir y lo que voy a escribir.  Primero diseño una historia en mi cabeza, digamos que un boceto, como se diría en costura.  Y luego le voy dando forma y lo voy perfilando.  Y cuando me pongo a escribir, primero lo hago en un papel, y luego lo paso al ordenador.  Ya sé que mucha gente puede pensar que es trabajo doble, pero yo me apaño así mejor que poniéndome directamente delante de un ordenador.   Voy imprimiendo los capítulos cuando los voy acabando y sobre el papel, los vuelvo a releer y a corregir hasta que van quedando como a mí me gusta.

¿Nos haces un listado de tus obras publicadas?

Mi primera novela, “Hace 22 años”, vio la luz en 2017.  La segunda novela, que por petición popular es continuación de la primera, es “Si no eres para mí, no eres para nadie” y se publicó en 2018.  Mi tercera novela es la erótica, titulada “La Casa del Vampiro”, publicada en 2020.  Y la cuarta y última, de momento, “Un cuento de hadas para una menopáusica”, que salió en 2023.

¿Nos hablas de tus obras y cuál de ellas es la que más impacto ha tenido?

Quien ha leído las cuatro, dice que la primera es la más impactante de todas.  A la gente de Irún le gusta mucho porque sale Irún; de hecho, la protagonista vive en el Paseo Colón.  Entonces para mis lectores de Irún, es la favorita.  Y para mis lectores de Pizarrra, también es especial porque sale la Semana Santa pizarreña.  Además, tiene la peculiaridad de comenzar con una tirada a las cartas del tarot.    

La segunda, “Si no eres para mí, no eres para nadie” nació por petición popular.  Gustó tanto la primera, que mis lectores me pedían que continuara con la historia, que siguiera escribiendo acerca de ella, que quería más; y eso hice.  Al igual que la primera, comienza con una tirada del tarot y volvemos a hacer un recorrido por las calles irunesas, al igual que volvemos al sur para visitar la Semana Santa.

La tercera, “La Casa del Vampiro” transcurre en Hondarribia.  Es la más erótica de las cuatro.  Y gracias a esta novela, quizás por su temática y por la originalidad de su argumento, mucha gente me empezó a conocer como escritora.  Y al leer esta novela, muchos lectores se interesaron por el resto de mi bibliografía. 

La cuarta y última, de momento, es “Un cuento de hadas para una menopáusica”, donde quiero reivindicar que las mujeres podemos vivir un cuento de hadas a cualquier edad y que cualquier edad es perfecta para ser felices.  De hecho, la novela está dedicada a todas las mujeres menopáusicas del mundo.

Y referente a cual ha gustado más, te diré que hay gustos para todos los colores.  Sí es cierto que por la que se me dio más a conocer fue por “La Casa del Vampiro”. 

¿Cómo valoras la labor de las escritoras en la actualidad?

Pues había una canción que decía eso de “Son malos tiempos para la lírica”, y desgraciadamente, muy buenos no son.  Así lo veo yo y otras compañeras escritoras con las que me relaciono.  

Yo siempre digo de este mundo que nadie dijo que fuera fácil, y si lo dijo, mintió.  Hay muchas veces que nos ponen muchas trabas, y me refiero a las mismas instituciones, para dar a conocer tu obra.  Pero ahí seguimos las escritoras, en la lucha, contando historias.

¿Cuál es tu obra más social hasta el momento?  ¿Te planteas escribir alguna vez algo de esta temática?

Yo creo que la primera, “Hace 22 años”, por la cantidad de cosas que en ella se trata.  Antes he comentado que empieza con una tirada del tarot.  Pero es que la novela tiene muchos ingredientes además del tarot: familia, amistad, amor,  desamor, dolor, engaños, malentendidos…  Y el tema del perdón es fundamental en la novela.  Y es tan fundamental que nada más empezar la novela, la tarotista la dice a la protagonista que tiene que perdonar a tres personas para ser realmente feliz.  Y a partir de ahí, empieza a rodar la novela.  Es preciosa. 

¿Nos puedes adelantar algo de tu próximo proyecto?

Tengo dos proyectos en mente.  Ahora lo que necesito es tiempo para escribir.  Y solo diré que una de ellas es erótica.  Retomaré el género erótico, me apetece.  Incluso tengo los títulos pensados y asignados.  Tengo la temática, el argumento…  Todo.  Solo me falta tiempo para ponerme a escribir. 

Vamos terminando.  ¿Quieres comentarnos algo que para ti es importante?

Que tenemos que apoyar al escritor local, al escritor de proximidad. Tenemos escritores buenísimos (y no lo digo por mí) a nuestro alrededor, en nuestro entorno, en nuestros pueblos…  Y tenemos que apoyarlos.  Las instituciones se deberían involucrar un poco más en apoyar a esos artistas locales.

Muchas gracias Rosa por tu amabilidad.  Te deseamos lo mejor y esperamos tu siguiente obra.

Ahora estoy de lleno en la promoción de mi última novela, y eso me lleva tiempo.  Pero cuando pasen un par de meses, prometo ponerme a escribir.  Se lo debo a mis lectores, que me están pidiendo la quinta.

Y muchas gracias por darnos voz.  

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