Carlos Magariño Rojas
¡Madrid te necesita! anuncia la plataforma web que desde el pasado lunes puso en funcionamiento la Comunidad de Madrid, gobernada en coalición por el PP y Ciudadanos. A través de dicha plataforma pueden efectuarse donaciones destinadas a la sanidad pública madrileña, mediante pago con tarjeta e identificación del donante.
Hasta la fecha la web ha logrado una cantidad de 8,5 millones de euros de los donantes. Estas cantidades están sujetas a las correspondientes deducciones fiscales y para ello la plataforma emite el correspondiente certificado. Las donaciones a entidades públicas se acogen a la Ley de Mecenazgo, un régimen de tributación especial para actividades sin ánimo de lucro, de modo que pueden deducirse en la próxima declaración de la renta con una reducción del 35% del importe.
Sin embargo, se da la circunstancia de que la comunidad presidida por Díaz Ayuso se caracteriza por su docilidad la hora de recaudar impuestos a las rentas más altas. Se calcula que cada año el gobierno de PP y C´s perdona en la Comunidad de Madrid más de mil millones de euros en impuestos a los ricos. Esta indulgencia recaudatoria va dirigida a las rentas privilegiadas que posean bienes o propiedades, esto es, los grandes patrimonios: viviendas, acciones, obras de arte, cuentas en bancos, etc.
Por si esto fuera poco, la comunidad sólo aplica además sólo un 1% en la cuota que grava las herencias y donaciones entre padres e hijos y entre cónyuges, de tal modo que para una familia poseedora de un gran patrimonio supone una significativa ventaja establecerse fiscalmente en esta comunidad, antes que en otras del estado español. Es decir, eso supone según los expertos un claro caso de dumping fiscal, práctica que favorece el asentamiento de las sedes sociales en una comunidad con régimen de impuestos más condescendiente para los ricos que en otras menos amables para ellos.
Los hospitales de Madrid, al borde del colapso al ser una de las comunidades más castigadas por el coronavirus, continúan denunciando la falta de recursos para hacer frente a todos los casos. Se suma, para agravar la situación, el desmantelamiento que los gobiernos conservadores han efectuado en el sector sanitario público, cuyo número de camas se ha reducido en una de cada cinco y el personal ha descendido en 5.000 profesionales en la última década.
Estos datos ponen en la palestra la deficiente gestión neoliberal de la que hacen gala los gobiernos conservadores como el de Díaz Ayuso. Su política de reducción fiscal, que supuestamente favorece el crecimiento de la economía al facilitar el movimiento de capitales, fracasa estrepitosamente cuando los números muestran de manera inequívoca que no es más que una estrategia para favorecer a las rentas más altas en detrimento de las rentas de la clase trabajadora, que es quien finalmente paga religiosamente sus impuestos y sostiene el sistema con su trabajo y esfuerzo cuando vienen mal dadas.
