Que a estas alturas haya que resaltar que pedir la baja médica es un derecho llama la atención, pero todavía existen personas a las que hay que aclararles la existencia de los derechos de los trabajadores.
Una trabajadora de una ferretería de Ciudad Real que estaba en situación de incapacidad temporal y a raíz de ello, el empresario se dedicó a cuestionar la baja laboral porque salió del hospital «bailando», y que si reclamaba el salario era porque debe el alquiler ya que se gasta el dinero en «vino» porque «es una borracha».
Además de lanzar estas falsas acusaciones contra la empleada, aseguró que ella estaba percibiendo salarios por su parte y además la prestación de incapacidad temporal, IT, por la Seguridad Social.
Esta conducta indebida llevó a la afectada a demandar a la empresa por acoso laboral y vulneración de los derechos fundamentales a la integridad física y moral, así como el derecho al honor.
Si bien el acoso laboral no pudo ser demostrado, porque para que este supuesto se dé, el empresario debería haber amenazado o coaccionado a la trabajadora, sí se aceptó que el comportamiento «con una rabia injustificada», donde las expresiones ofensivas sólo estaban relacionadas con la baja, debía tener una sanción.
El empresario, pues, deberá indemnizar con 2.500 euros a la trabajadora a la que desprestigió públicamente. Según lo acordado por el Juzgado de lo Social nº 2 de Ciudad Real, se vulneró el derecho al honor y dignidad de la demandante, por lo que se le concede dicha cantidad en concepto de daños y perjuicios tras verter expresiones injuriosas sobre ella en el ámbito laboral.
El Tribunal ha desestimado las alegaciones del empresario sobre su situación económica y la cuestión de tener que contratar a otra persona que también cayó en baja médica, considerando que, “motivado por una rabia no controlada, desacreditó a su empleada de manera injustificada.”
