Desde el área de Sanidad Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras han alertado la previsión del Servicio Andaluz de Salud de llevar a cabo un recorte de 13 millones de euros para el Hospital Virgen del Rocío. El sindicato lamenta que este recorte se traducirá en un deterioro de las condiciones laborales, así como de la calidad de asistencia a los pacientes y listas de espera más largas.
Los representantes de los trabajadores también han señalado la indiferencia de la gerencia del hospital hacia los sindicatos a la hora de comunicar estos recortes de plantilla. Según la dirección el centro hospitalario está «obligado a hacer, en lo que queda del año 2024, un recorte de 13 millones de euros en el capítulo de su presupuesto correspondiente a gastos de personal».
«Como consecuencia, las consultas e intervenciones en jornada de tarde se reducirán entre un 20% y un 50%, dependiendo de la unidad, al reducirse en ese mismo porcentaje el pago de las continuidades asistenciales, concepto que retribuye la prolongación de jornada del personal facultativo» han explicado desde CCOO.
También destacan que «no se ha anunciado cómo se aplicará ese recorte de presupuesto a las demás categorías, aunque todo hace pensar que se va a traducir en una reducción de las contrataciones, lo que agravará la sobrecarga de trabajo» reflejada en los trabajadores sanitarios.
Por otra parte, desde el sindicato recuerdan también que «reducir las jornadas de tarde de los facultativos y facultativas va a suponer un nuevo incremento de las listas de espera, tanto en número de personas afectadas como en el tiempo de demora. Eso cuando ya las cifras, tanto de personas en lista de espera como de demora para exploraciones, consultas especializadas y operaciones es escandalosa».
Mientras estos recortes se producen en la sanidad pública, se anunciaron nuevos aumentos de presupuesto para los conciertos sanitarios que ascienden a 200 millones de euros. En palabras de los representantes de los trabajadores de la sanidad, estos hechos “ponen de manifiesto la verdadera política sanitaria del gobierno de Moreno Bonilla: el deterioro programado de la sanidad pública y la privatización acelerada de la asistencia sanitaria».
