La República Bolivariana de Venezuela ha convocado elecciones presidenciales para el próximo 28 de julio, en un momento en el que la oposición al presidente, Nicolás Maduro, no ha sabido organizarse para enfrentar a un líder que ya no cuenta con el apoyo de todo el espectro político del chavismo. De esta manera se ha anunciado la noticia en el día de ayer, tras el acuerdo entre el propio Nicolás Maduro y la oposición en una mesa de negociación. El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, hacía oficial el anuncio de unos comicios en el que la oposición ni siquiera tiene una cara visible para enfrentar al sucesor de Hugo Chávez.
Con la opositora, María Corina Machado, fuera de juego – Ha sido inhabilitada durante 15 años para ejercer cargos públicos por el Tribunal Supremo de Justicia-, todo apunta a que Nicolás Maduro podrá repetir en un tercer mandato, a pesar de las cada vez más visibles resistencias de un sector del chavismo, El Partido Comunista de Venezuela ha definido de “farsa” el acuerdo electoral promovido por el gobierno, denunciando la falta de “verdaderas garantías electorales”, toda vez que su organización está intervenida judicialmente. La Plataforma Unitaria Democrática, reconocida como el principal bloque antichavista, también ha denunciado las elecciones.
