Por Luisa Posada Kubissa. Profesora de Filosofía, Universidad Complutense de Madrid.
El feminismo, con todas sus corrientes y su diversidad, tiene un objetivo claro. Como ya lo dijo la gran teórica feminista Kate Millett en 1970 este no es otro que abolir el patriarcado. Algo tan fácil de enunciar y tan difícil de hacer se concreta en las reivindicaciones del Movimiento feminista de Madrid en este nuevo 8 de Marzo de 2024.
El feminismo ha tenido que impugnar los fundamentos mismos de la democracia excluyente y ha radicalizado la exigencia de que el sujeto político incluyera también a las mujeres. Y en ese sentido el feminismo, en su tradición histórica, se ha convertido en un proyecto de emancipación de las mujeres, de todas las mujeres más allá de sus diferencias culturales, locales, de clase, étnicas o de orientación sexual.
En un mundo en proceso de globalización galopante neoliberal, la realidad material de las condiciones de vida de muchas, de muchísimas mujeres en nuestro planeta exige todavía pensar desde el feminismo un proyecto de emancipación social, político, cultural y personal. Y para ese proyecto se necesita hoy un sujeto fuerte, un sujeto “mujeres” que, a pesar de sus diferencias indudables, tenga objetivos políticos comunes, que es lo que define a un sujeto político. Y las mujeres tenemos objetivos políticos comunes, ya que las mujeres padecemos dominaciones comunes por el hecho mismo de ser mujeres.
A partir de los años 80 del siglo pasado es cierto que el feminismo se diversifica y se fragmenta tanto como las propias variables con las que interactúa: a partir de ahí el feminismo tiene que atender a diversas variables socio-políticas como la “raza”, la clase o las preferencias sexuales, entre otras. Ahora bien, quiero decir que el hecho de que el feminismo hoy se mueva en un espectro diversificado de variables como este no tiene por qué confundirse con una crisis que viniera a significar algo así como el fin del feminismo o su momento post. En lugar de celebrar las actas de defunción del feminismo, yo creo que lo significa este nuevo este panorama diversificado es un enriquecimiento del feminismo que, a partir de esos años 80, va a atender a esa pluralidad de realidades.
Después de más de tres siglos, hoy se dice que estamos asistiendo a la cuarta ola del feminismo, una ola que será la herencia de las olas anteriores y que no podría entenderse sin las mismas. Yo diría que lo que ha movido esta ola es, ante todo- no sólo pero sí fundamentalmente-, una auténtica insurrección, una rebelión contra la violencia patriarcal. Se ha producido un movimiento de masas contra la persistencia e, incluso, el recrudecimiento de esa violencia. Hoy la agenda feminista afronta una mezcla de desafíos patriarcales que ya teníamos y otros sobrevenidos. Por nombrar algunos, sigue en pie el problema de erradicar la prostitución y la trata, de combatir la violencia contra las mujeres y también especialmente la creciente violencia sexual, de luchar contra la pornografía y la hipersexualización femenina, de resistir a la creciente explotación reproductiva de las mujeres con los llamados vientres de alquiler, o de reivindicar el sujeto político feminista.
Todo esto nos obliga a seguir transitando el movimiento y el pensamiento feministas, sin dejar que se diluya en posiciones que vienen a desvirtuarlo y a debilitarlo. Todo esto nos obliga a salir el 8 de Marzo de nuevo a las mujeres, como sujeto político del feminismo, para seguir reclamando nuestras reivindicaciones: Las únicas reivindicaciones que pueden erosionar el sistema patriarcal, con la mirada puesta en la emancipación planetaria de las mujeres, que no es otra cosa que el objetivo feminista final.
¡Movilízate en Madrid el 8 de Marzo de 2024, a las 19:00 de plaza de Cibeles a Plaza de España! EL MOVIMIENTO FEMINISTA DE MADRID CONVOCA LA MANIFESTACIÓN CON 8 REIVINDICACIONES FEMINISTAS PARA EL 8 DE MARZO:
1. EL FEMINISMO ES INTERNACIONALISTA Y NINGUNA TRADICIÓN ESTÁ POR ENCIMA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES.
2. EXIGIMOS POLÍTICAS PÚBLICAS CONTRA LA BRECHA LABORAL Y POR LAS MUJERES MÁS VULNERABLES.
3. CONTRA LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN. EL FEMINISMO ES ABOLICIONISTA DEL SISTEMA PROSTITUCIONAL, EXIGE LA REFORMA DE LA LEY DE LIBERTAD SEXUAL Y DENUNCIA LA PORNOGRAFÍA.
4. LAS FEMINISTAS DEFENDEMOS LO PÚBLICO: SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES SON UN DERECHO.
5. POR NUESTROS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS, CONTRA LA EXPLOTACIÓN REPRODUCTIVA Y EL MERCADO DE ÓVULOS.
6. CONTRA EL BORRADO DE LAS MUJERES Y LA IDEA REACCIONARIA DEL CUERPO EQUIVOCADO.
7. POR LA COEDUCACIÓN Y EL RECONOCIMIENTO CULTURAL DE LAS MUJERES.
8. CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA Y LA JUSTICIA PATRIARCAL, POR EL FIN DE LOS FEMINICIDIOS.
