Un total de 19 trabajadores de mediación cultural del Museo Reina Sofía -personal especializado que efectúa las visitas guiadas para el público- han recibido este mismo viernes comunicación de un despido colectivo con efecto 1 de marzo por parte de la empresa subcontratista del servicio, Sedena SL, empresa dedicada la gestión de proyectos culturales, deportivos y educativos, con implantación en toda España.
En un comunicado remitido a los medios, fuentes sindicales explican que esta notificación ha llegado a los trabajadores a menos de 15 días de la finalización del contrato, después de varias semanas sin noticias sobre la relación laboral.
Fuentes del Reina Sofía han reconocido a que se produjo un fallo en la redacción de los pliegos para un nuevo concurso de licitación por el que se ha cesado a la responsable del Área de Educación, María Acaso López Bosch.
Tras percatarse del fatal error, pidieron a Sedena que pusiera en marcha un ERTE, para que los trabajadores pudieron ser de contratados nuevamente tras resolverse el nuevo concurso. La empresa ha decidido despedir a 19 trabajadores de manera irreversible, mediante un ERE. Así, en un nuevo pliego, los trabajadores actuales pierden el derecho de subrogación.
La empresa subcontratista del servicio ha comunicado el inicio del preceptivo periodo de consultas para el despido colectivo de la plantilla de mediación cultural, un equipo encargado de realizar parte de las visitas comentadas a la colección permanente del Museo para público general que acude a visitarlo. Se trata, afirman, de un servicio estructural del Museo desde 2011.
A juicio de los sindicatos “la única solución de la Dirección ha sido el oportuno cese de la jefa del Área de Educación del Museo Reina Sofía, María Acaso López Bosch, como responsable directa de la situación, tratando de establecer un «cortafuegos».
Según aseguran el problema parte de que la actual financiación del proyecto de Mediación Cultural del Museo se realiza con los llamados fondos PERTE (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia), y esta financiación no puede ser prorrogada. Una afirmación negada por el Museo, que sostiene que el pago de este tipo de servicios se produce con fondos propios de estructura.
“El MNCARS y su Dirección se esfuerzan en proyectar hacia el exterior una imagen que no corresponde ni en forma ni en contenido con la realidad y trato laboral que mantiene hacia sus trabajadores», aseguran los sindicatos.
Y aseguran que «estamos ante un escenario claro de hipocresía institucional por la que de un lado se hacen exposiciones, jornadas, ciclos y declaraciones contra la precariedad laboral del sector mientras que en los hechos reales se mantiene a la plantilla subcontratada y sin garantía alguna de empleo estable, cuando no se recurre a un despido colectivo como es el caso».
