Jacques Maritain, un pensador trascendente

Maritain desarrolló las dos nociones propias del lenguaje metafísico tomista; individuo y persona, para designar por una parte, la realidad del ser humano en cuanto ser imperfecto por condición de la materia y por otra, el aspecto del hombre como ser espiritual por razón de su alma

Jacques Maritain nació en el seno de una familia de clase media, pero muy marcada por la venerable memoria de su abuelo materno Jules Favre, el que fuera ministro en la Tercera República francesa.

En sus años de juventud, una serie de amistades, entre los que se encontraban Charles Péguy, socialista cristiano y el dominico Humbert de Clérissac, le enriquecieron intelectual y vitalmente, abriendo la puerta a las inquietudes que ya le acompañarían el resto de su vida.

El contacto con el dominico Humbert de Clérissac le indujo a leer a Tomás de Aquino, en concreto su obra magna, la Summa Theologie, con la que quedó tan fascinado que esta determinaría su pensamiento a partir de ese momento y la fundación de un nuevo humanismo: Primauté du spirituel. En este libro, Maritain trataba de responder a la pregunta que todo creyente, pero me atrevería a decir, que todo hombre, se plantea en algún momento de su vida; la cuestión sobre qué es primero: Dios o césar. De aquí parten las grandes tesis del pensamiento de Maritain, la primacía de lo espiritual sobre lo político, la independencia de ambos.

El problema es realmente difícil. Aparentemente es incluso el problema más difícil que se plantea en la manera de ver que propongo. Con todo, no me atormenta demasiado, porque en todo caso yo sé a ciencia cierta que Dios no es en absoluto causa del mal moral y, por tanto, es necesario de toda necesidad que Dios, mediante su ciencia de visión, conozca el mal sin haberlo causado.
«Y Dios permite el mal. Jacques Maritain

Jacques Maritain

Precisamente, por recomendación de Péguy, Jacques Maritain y su esposa Raïss acudieron a los cursos que impartía el filósofo Bergson en la Sorbo a de París, constituyendo este encuentro una verdadera revelación para ambos, y así lo atestiguará Raïsa en Las grandes amistades: «alguien que yo conozco bien ha escrito mucho más tarde que el hombre es un animal que se nutre de trascendentales». Y es que el pensamiento de Bergson se materializa a en una conexión necesaria entre mística, moral y filosofía.

En 2023 se cumplen 50 años de la muerte de Jacques Maritain, y su pensamiento está más vigente que nunca, su humanismo integral, la perspectiva de la persona humana desde un tomismo renovado, la dualidad personalista y la firme creencia de que ningún proyecto emancipador del hombre podrá alcanzar su verdadero objetivo si pierde de vista la dimensión trascendente del ser humano, con todo lo que esto conlleva.

Hemos de recordar siempre aquella declaración bergsoniana que venía a decir que el hombre es ese animal que se nutre de trascendentales, que vive de cara a lo trascendental, que muere sobre lo trascendental, que sólo encuentra sentido, de existir tal cosa, en lo trascendental.

¿Será verdad eso de la «Maritain-Renaissance»?. El tiempo, como siempre, será el encargado de sacarnos de dudas.

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