Los trabajadores de la limpieza afrontan su segunda semana de huelga indefinida con el ánimo intacto y la firme voluntad de luchar por conseguir un acuerdo digno. Ante las pretensiones de dejar el acuerdo por debajo del SMI y el inmovilismo absoluto de la patronal, los trabajadores continúan con piquetes y movilizaciones diarias para visibilizar las reivindicaciones de un colectivo esencial, elogiado durante la pandemia y ahora olvidado.
Así, el lunes, la plantilla protagonizó una protesta frente al Ayuntamiento de Lugo en la que entonaron canciones alusivas a sus reivindicaciones y a la miserable oferta de la patronal y que culminó tirando al suelo una de sus herramientas de trabajo más emblemáticas: la trapeador. De esta forma, querían enviar un mensaje claro a los empresarios: «si no firmas, no limpiamos».
«Este es uno de los convenios más bajos de toda Galicia. El salario anual de una limpiadora está 1.800 euros por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, y además este es un sector muy feminizado y con mucha parcialidad, lo que agrava la precariedad», explica Asunción Castiñeira, del CIG-Servicios. Recuerda que los trabajadores llevan un año reclamando un convenio digno, pero lo que propone la patronal «supondría dejarlo por debajo del SMI y eso no lo vamos a aceptar de ninguna manera».
A pesar de que la huelga entró hoy en su segunda semana y de que sus efectos ya se sienten en numerosos departamentos públicos, industrias, oficinas, comercios, etc., la patronal, en particular la asociación estatal ASPEL, han estancado las negociaciones, sin convocar la mesa, ni responder a la propuesta de la parte social.
Por ello, Castiñeira también pide a las administraciones (como principales contratistas de estos servicios) que actúen con responsabilidad ante el conflicto. En esta línea, vuelve a pedir la solidaridad de los trabajadores que puedan verse afectados por la huelga y que no asuman tareas de limpieza que no les corresponden «porque con esto lo único que hacen es vulnerar el derecho fundamental de sus compañeros, que «lleva una semana en huelga perdiendo su salario para llevar a cabo este acuerdo».
Castiñera destaca que la huelga indefinida continuará «porque estamos convencidos de que sólo con la lucha y la movilización de todo el sector conseguiremos un acuerdo digno».
