Los trabajadores y trabajadoras del sector del telemarketing se sienten cada vez más desamparados e indefensos ante la oleada de recortes que viene sufriendo el sector, puesto que ya llegan a ser despreciados por los organismos administrativos, en lo que sospechan es una complicidad con el poder económico, que en el caso de algunas de estas empresas representan auténticos monopolios de enorme capital.
Ayer se produjo una situación esperpéntica en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla, en la que se desoyó y se rechazó una moción presentada por el grupo Podemos-Izquierda Unida, que pretendía manifestar el apoyo del consistorio a las personas que han sido o pueden ser despedidas mediante expedientes regulatorios de las empresas ICSS y Teleperformance (161 personas en ICSS ya lo han sido en Sevilla y se negocian actualmente otros 110 de Teleperformance sólo en la provincia andaluza).
El concejal de IU, Ismael Sánchez Castillo, no daba crédito al comprobar que se rechazaba en el pleno la moción presentada en tiempo y forma y se le negaba la posibilidad de tomar la palabra en protesta por ese hecho. Además, los delegados sindicales presentes en la sala fueron inmediatamente expulsados, pese a que en ningún momento alzaron la voz y su actitud fue en todo momento pacífica y limitada a mostrar unas pancartas.
En palabras de Sánchez Castillo, el gobierno municipal ha impedido que se pudiera ni siquiera verbalizar la petición de esas 300 familias trabajadoras, lo que considera un suceso inexplicable, que da lugar a intuir que exista alguna influencia de estas poderosas compañías sobre el gobierno de la capital hispalense.
El Ayuntamiento, indicó el concejal, se presta siempre a responder a los llamados de la oligarquía financiera y empresarial de la ciudad y no actúa del mismo modo cuando se refiere a los intereses de la clase trabajadora. La manera en que fueron desalojados los representantes sindicales -apostilló Sánchez- refuerza la sospecha de que no existía ninguna intención de los responsables en atender a los afectados.
Se da la circunstancia, además, de que la relación del consistorio sevillano ha sido en otros casos muy favorable para este tipo de compañías, como en el caso de la cesión de los terrenos sobre los que se edificaron los edificios que contienen las sedes de estas empresas en Sevilla, terrenos concedidos bajo la premisa de crear centenares de puestos de trabajo, y que sin embargo ahora no sólo no son sostenidos esos puestos sino que se destruyen, además de ningunear a los portavoces de las familias trabajadoras, que ven su futuro pendiente de un hilo.
