Por Zuriñe Ojeda
Finalmente llegó y pasó el maldito día de las elecciones, porque todo llega y todo pasa, y se desveló el misterio críptico de cual iba a ser el resultado. El PP gana, pero mucho menos de lo que esperaba. Vox se estrella bastante. Pedro Sánchez (porque no es el PSOE, es el resiliente de los resilientes) no solo aguanta sino que sube un par de escaños. Sumar sumó mil partidos y restó votos y escaños, pero no se pegó la torta que hasta elles esperaban. Bildu sorpasó al PNV, al que tanto negocio vasco va pasando factura. El independentismo catalán cae empatado por el hartazgo de sus propios votantes. Y la España vaciada sigue vaciada también de votos.
Y todo esto ha pasado porque ha ganado el voto útil o voto del miedo. Miedo a la derecha, miedo a los fachas, voto útil de vuelta a lo malo conocido del PSOE y el bipartidismo ante el futuro que se avecinaba con la ultraderecha en el gobierno, cuyas propuestas podríamos resumir en:
-Abandono y posterior privatización de la sanidad pública
-No derogación del copago de los medicamentos
-No derogación de la ley mordaza
-No derogación de la reforma laboral de Rajoy
-Progresiva privatización de las pensiones
-Inflación disparada, especialmente los alimentos
-Peaje en todas las autovías
-Privatización de la red ferroviaria
-Sumisión a Marruecos y abandono del Sáhara
-Apoyo entusiasta de la OTAN y de Estados Unidos
-Apoyo entusiasta al gobierno pronazi de Zelenski
-Envío de soldados a la guerra con Rusia y de miles de millones a Ucrania
-Recortes sociales millonarios para financiar el apoyo a Ucrania
-Rebajas de penas y excarcelaciones de violadores
-Dinero para luchar contra la violencia de género derrochado en propaganda sexista y vacía
-Ilegalización del feminismo, incluyendo multas millonarias
-Censura y despidos de feministas en las universidades
-Censura y quema de libros feministas
-Acceso de hombres a los espacios seguros de mujeres
-Hombres en listas ocupando los espacios de mujeres
-Hombres liderando el feminismo
-No saber qué es una mujer
¡Esperad un momento! Creo que me he liado. Tendréis que disculparme, vivimos en una campaña electoral continua y parece que mi cerebro está empezando a cortocircuitar. Que no, ¡que lo que he puesto es lo que ha hecho el gobierno más progresista de la historia!
Entonces se impone la pregunta más obvia, ¿a qué coño le tenemos miedo? Porque ya hemos dejado de ser las ranas en la olla a las que les van calentando el agua, el agua hace décadas que hierve y nosotros estamos muertos. Recordemos algunos (solo algunos) hits de gobiernos del PSOE: entrada en la OTAN, desindustrialización del país, terrorismo de estado, privatización de empresas públicas y del suelo…
¿Por qué hasta algunas feministas han llamado al voto (in)útil? Porque hace años que cualquier atisbo de izquierda ha desaparecido de este país, pero todavía quedamos feministas. Pues porque el miedo es un arma muy poderosa, y el miedo a quedarse sin trabajo también. Ese miedo que no tienen mujeres como Carola o Juana Gallego u otras muchas que han dado la cara para que se la partan por nosotras. Y por las malditas prioridades. Porque muy pocas de nosotras priorizamos el feminismo, el voto nulo ha aumentado únicamente un 0,05%, unos 12.000 votos. Seamos honestas. No somos cuatro en un taxi, pero tampoco hemos sido relevantes. Y nos costará serlo por dos razones:
-Este país no es feminista, de hecho no tiene ni la más remota idea de lo que es el feminismo. Estamos entre los y las que piensan que ya se consiguió todo hace tiempo y que solo queremos oprimir y sojuzgar a los hombres, que la violencia no tiene género y que somos unas hembristas feminazis, y les que no saben qué es una mujer y piensan que los hombres son las mujeres más oprimidas del mundo.
-Prioridades; hasta mujeres feministas concienciadas han votado a los partidos que nos ningunean y nos sojuzgan. Partidos que jamás nos han tenido como prioridad. Qué digo como prioridad, ni como interés secundario.
¿Cómo pretendemos que nuestra agenda sea relevante para ningún partido si no lo es ni para nosotras mismas? ¿Cómo pretendemos que nos prioricen si no lo hacemos nosotras?
¿Pensamos que se van a dar un golpe en la cabeza y se van a levantar una mañana citando a Beauvoir?
Nuestra lucha nunca ha sido fácil, nunca ha sido rápida, nunca nos han regalado nada. Entiendo humanamente que alguien se venda por un plato de lentejas, pero no por el plato de piedras que tenemos delante. El camino que tenemos por delante es largo y difícil, y las piedras están en él, pero no hay otro: educar en feminismo y priorizarnos.
Y priorizarnos significa dejar de maternar a partidos supuestamente de izquierdas que nos ningunean o directamente nos atacan. Si han olvidado lo que es ser de izquierda es su putero problema. Que cada palo aguante su vela, que nosotras tenemos una colección de cirios. Las cuatro del taxi os esperamos en las calles.
