«A confesión de parte, relevo de prueba«.
El ataque terrorista ucraniano contra la represa de Kajovka, está tipificado como grave crimen de guerra tipificado en la Convención de Ginebra de 1949 establecida como Instrumento de Derecho Internacional Humanitario.
Una acción de Kiev de sabotaje deliberado que conculca la Convención de Ginebra, y por lo tanto hay que situarla como «crímenes de guerra«. Basta acudir al texto de la Convención de Ginebra, artículo 56 del protocolo adicional 1 de 1977 que dice:
«Las obras e instalaciones que contengan fuerzas peligrosas, a saber, presas, diques y centrales nucleares eléctricas, no serán objeto de ataque, aun cuando estos objetos sean objetivos militares. El ataque puede causar la liberación de fuerzas peligrosas y las consiguientes pérdidas graves entre la población civil»
Cinco puntos a destacar: ataque terrorista, finalidad militar, ecocidio, premeditación y agravamiento.
Ataque terrorista contra estructura civil: el atentado perpetrado por efectivos ucranianos con lanzamiento de misiles, han dañado tres tramos de la represa que ha provocado su derrumbe, la presión ha provocado la salida del agua que ha inundado el territorio que afecta a 14 poblaciones y 22.000 civiles.
Finalidad militar.
«¿Quién podía tener la intención de hacer una cosa así para obtener un beneficio táctico? Pues lógicamente las fuerzas ucranianas, que son las que en este momento están operando en ese sentido» explica el analista militar y director del Instituto Español de Geopolítica, Juan Aguilar.
Tiene una clara finalidad militar dentro de las operaciones de ofensiva que está llevando a cabo Ucrania de forma tan desastrosa desde hace 24 horas, la intencionalidad es que una vez que el embalse termine de drenarse y baje el nivel del agua, en la parte superior del río Dnieper será más fácil de atravesar en el teatro de las operaciones de la prometida ofensiva.
La tercera cuestión es la civil o humanitaria por ecocidio, privar de suministro de agua a la Península rusa de Crimea a través del Canal de Crimea del Norte que parte justamente de la presa destruida.
«Pone en peligro parte del suministro de agua a Crimea, porque bajará el nivel [del agua], aunque esto ya se preveía desde 2022: ya se estaban llenando depósitos de agua dulce para el suministro de Crimea como reservas. También podría afectar a la central nuclear de Zaporozhzhia. […] Y además, la catástrofe ecológica que esto significa«, concluye Juan Aguilar.
El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, dijo que la destrucción de la represa “tendrá consecuencias graves y de gran alcance para miles de personas en el sur de Ucrania en ambos lados de la línea del frente a través de la pérdida de hogares, alimentos, agua potable y medios de subsistencia”.
Ha dejado sin fuente de agua al 94% de los sistemas de riego en la región de Kherson, al 74% en Zaporqizhzhia y al 30% en Dnipropetrovsk. El colapso de la agricultura en la región también tendrá un impacto mundial, representa el 40 % del comercio mundial de harina de girasol, el 35 % del aceite de girasol y el 5 % de las exportaciones de trigo, cebada y maíz.
Premeditación.
Ayer informábamos en la crónica de urgencia que el ataque a la presa estuvo planeado con antelación según se desprende de la publicación del 29 de diciembre de 2022 de la entrevista realizada por el Washington Post al mayor general de las tropas ucranianas, Andréi Kovalchuk
«Kovalchuk consideró inundar el río. Los ucranianos, dijo, incluso realizaron un ataque de prueba con un lanzador HIMARS en una de las compuertas de la represa Nova Kakhovka, haciendo tres agujeros en el metal para ver si el agua del Dnieper podía elevarse lo suficiente como para bloquear los cruces rusos pero no inundar las cercanías. La prueba fue un éxito, dijo Kovalchuk, pero el paso siguió siendo el último recurso. Se detuvo.»
Quinto punto: Agravamiento de la situación.
Los últimos 800 kilómetros del curso del río Dniéper conforman una cadena de 6 embalses con centrales eléctricas casi consecutivos construidos durante la época soviética para la producción de energía eléctrica: Kiev, Kaniv, Kremenchuk, Kamianske, Zaporiyia (DneproGES), y Kajovka, la que ha sido volada.
Aguas arriba de Kajovka, la Estación Hidroeléctrica Dniéper (DneproGES) es la estación hidroeléctrica más grande de Ucrania y una de los más grandes en Europa. situada en Zaporiyia al norte. En mayo pasado, el alto funcionario de la Administración regional de Zaporiyia, Vladímir Rógov, denunció que los bombardeos desde el lado ucraniano hacia la central hidroeléctrica de Kajovka representaban un riesgo para la zona. En caso de que la presa falle cerca del lado de Kamianka-Dniprovska, dijo Rógov, la planta nuclear de Zaporozhie también podría quedar inundada. Según él, «el régimen de Kiev busca anegar intencionalmente las zonas del lado izquierdo» para cruzar el río Dniéper y, entre otras cosas, «apoderarse de la central nuclear.
En semanas recientes, la Administración local de la región advirtió que la planta nuclear corre el peligro de sufrir una inundación en caso de que se rompa o resulte dañada la presa Kamianka-Dniprovska dentro del embalse de Kajovka lo cual es posible debido al incremento crítico de los niveles de agua del embalse por la voladura.
Planes denunciados ante el Consejo de Seguridad de la ONU
Como indica la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova: «El 21 de octubre de 2022, el Representante Permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, envió una carta al Secretario General del organismo, António Guterres, sobre los planes del régimen de Kiev para destruir la central hidroeléctrica de Kajovka. Pregunta para el Secretario General de la ONU: ¿Qué se hizo para evitar este escenario?»
En aquella misiva, Nebenzia instó «encarecidamente» a Guterres a hacer todo lo posible para prevenir un «crimen atroz» por parte de Kiev. Un «imprudente» ataque como ese provocaría «inundaciones catastróficas» y «daños irreparables» para los territorios cercanos a la represa de Kajovka, escribió el diplomático, indicando que la responsabilidad recaerá en las autoridades ucranianas y sus «cómplices» de Occidente.
El Representante Permanente ruso V.A.Nebenzya en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 6 de junio sobre la central hidroeléctrica de Kajovka expuso y denunció:
«En la noche del 6 de junio, el régimen de Kiev cometió un crimen impensable: socavar la presa de la central hidroeléctrica Kakhovka, como resultado de lo cual comenzó una descarga incontrolada de agua río abajo del río Dniéper. Los asentamientos están inundados, hay que evacuar a miles de personas y ya ha comenzado. Se causó un daño enorme a la agricultura de la región y al ecosistema de la desembocadura del Dnieper. »
«Quiero enfatizar que el liderazgo de las Fuerzas Armadas de Ucrania declaró abiertamente su disposición a volar esta presa para obtener una ventaja militar el año pasado. Aquí hay una cita directa de un artículo en el Washington Post el 29 de diciembre de 2022. Ya estamos viendo una campaña coordinada de información, o más bien de desinformación, escuchamos declaraciones provenientes de Occidente y, por supuesto, de Kiev, y seguramente escucharemos hoy en esta sala que Rusia ha volado la represa de la central hidroeléctrica Kakhovskaya. estación. Estas declaraciones están en el espíritu de la lógica defectuosa que nos atribuye el autobombardeo del ZNPP o el socavamiento del Nord Stream. De tales «conclusiones» surge la esquizofrenia, tal vez ni siquiera latente.»
A confesión de parte, relevo de prueba.
En otoño de 2022 el jefe de la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budánov escribió que la única parte interesada en destrucción de la Hidroeléctrica de Kajovka era Kíev:
«¿Qué recibirán los rusos si ahora mismo lanzan todos los misiles contra la Hidroeléctrica o la destruyen con explosivos colocados en la presa? Una inundación total de la orilla izquierda. Y dejarán Crimea sin suministro de agua potable por el Canal hasta que se construya una nueva damba (lo que llevará un montón de tiempo).
Lo más importante es que esto afectaría la Planta Nuclear de Zaporozhie cuyo funcionamiento normal depende de este objetivo.
Claro que la inundación nos obstaculizará la ofensiva. Pero para un período corto – un par de semanas. Mientras que los mismos rusos tendrían que retirarse directo a Crimea. O sea, estas son las perspectivas en caso de la destrucción total. ¿Le conviene a nuestro enemigo? Claro que no»