Hallazgo de unos misteriosos rostros tartésicos en Extremadura

Desde hace miles de años existen textos escritos-tanto griegos como romanos- que hacen referencia a la misteriosa civilización de Tartessos. Aún así, y debido a la falta de pruebas y de hallazgos arqueológicos que resultaran lo suficientemente aclaratorios y concluyentes, no ha sido nada sencillo el poder determinar qué era Tartessos como tal, si un reino, una ciudad o una civilización en toda regla.

Herodoto, un historiador griego del siglo V a. C, escribió en su momento sobre la existencia de una ciudad portuaria que estaría localizada más allá de las conocidas Columnas de Hércules ( Estrecho de Gibraltar), y en este relato se basaron algunos investigadores y aventureros para pensar, incluso, asegurar que tal lugar podría ser un puerto que estuviera ubicado en las cercanías de la actual ciudad de Huelva.

Finalmente, y tras los últimos descubrimientos, se llegó a la conclusión de que Tartessos es una civilización histórica que habría ocupado buena parte de la región suroeste de la Península Ibérica con una característica étnica que consistiría en la mixtura entre los rasgos paleohispánicos y fenicios.

En los últimos días, ha tenido lugar un descubrimiento asombroso que seguramente arrojará mucha luz sobre esta civilización. El hallazgo se ha realizado en el trascurso de unas excavaciones arqueológicas en el sector este del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, en la localidad pacense de Guareña. En este mismo lugar es donde algún tiempo atrás se encontró lo que probablemente fue un patio en el que se habrían realizado rituales sacrificiales de animales, principalmente equinos. Los investigadores Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez han asegurado en rueda de prensa que entre las piezas halladas hay dos figuras casi intactas que representan a dos féminas adornadas con grandes pendientes.

Estas dos figuras antropomorfas estarían datadas en el siglo V a. C y se teoriza con la posibilidad de que representaran a dos divinidades femeninas del panteón tartésico. Este descubrimiento conduce directamente a un cambio de paradigma interpretativo en lo que se refiere a Tartessos, puesto que hasta ahora se la consideraba una cultura anicónica, es decir, que sólo representaba la divinidad a través de piedras sagradas o de motivos animales y vegetales.

Todos estos hallazgos nos dan una idea de la riqueza arqueológica, histórica y material del yacimiento de Turuñuelo en Guareña, Badajoz y de como la Comunidad de Extremadura se está destacando, en los últimos años, por ser una de las que más maravillas del pasado oculta bajo su suelo.

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