kenzaburo Oé. Fuerza poética, imaginación y mito

Kenzaburo Oé nació en Shikoku, un 31 de enero de 1935 y ha fallecido en Tokio el pasado 3 de marzo del año en curso. Siempre se destacó por ser un gran lector de literatura tanto japonesa como occidental, y en su obra narrativa la vida real y la entelequia mitológica se confunden y condensan de tal forma que llegan a construir una imagen perpleja y extrañada del ser humano actual.

En 1994 le concedieron el Premio Nobel de Literatura por novelas como Arrancad las semillas, fusilad a los niños(1958),Cuadernos de Hiroshima (1965),El grito silencioso (1967),¡Despertad,oh jóvenes de la nueva era! (1983),Salto mortal(1999) o la más actual, La bella Anabel Lee (2007).

Pero, si tuviéramos que destacar alguna, esta sería Arrancad las semillas, fusilad a los niños, la primera de las novelas de Kenzaburo Oé, por su intencionalidad poético-dramática y el desconcierto que provoca en el lector. En ella se cuenta la historia de 15 muchachos internados en un reformatorio y que en medio de una guerra son trasladados a una pequeña aldea. En un momento del relato se da la voz de alarma ante el peligro de una grave epidemia y los protagonistas son abandonados a su suerte por el resto del pueblo : «Cuando empezamos a pisotear los montones de tierra como nos había dicho I, en los cuatro puntos cardinales del valle las montañas se tiñeron de un intenso color rojo oscuro; sólo el cielo del atardecer seguía iluminado por el sol sobre el silencioso pueblo. El súbito crepúsculo confirió una especie de solemnidad al trabajo de apisonar las fosas. Era algo similar a la insoportable imagen de la muerte que venía a visitarme sólo de noche, me hacía respirar angustiosamente y me empapaba la piel de sudor».

«El grito silencioso» podría considerarse otra de las obras maestras de Oé, en ella se nos narra la historia de dos hermanos que regresan a la isla de Shikoku con diferentes planteamientos vitales y una vez allí se verán obligados a enfrentarse de bruces con su realidad, con un pasado que arrastran y que condiciona indefectiblemente sus vidas.

En resumidas cuentas, a Kenzaburo Oé se le puede considerar uno de los maestros de la reciente literatura japonesa, siendo capaz de manejar las potencialidades del mundo fantástico y mitológico,- con fundamentos a veces muy reales-, con la vida cotidiana de unos seres humanos traspasados por una irracionalidad que les supera y por el laberinto de la vida.

Y si se nos permite abundar más en ello, decir que a lo largo de su historia, la literatura japonesa, – de extraordinaria riqueza cultural y en cuánto a estilo-, ha pasado por muy diferentes etapas y contextos históricos, antiguo, heian, kamakura, muromachi, tokugawa y el periodo moderno, en el que estaría incluido Oé, pero eso sí, habiendo bebido prolijamente de los autores que le precedieron en el tiempo y el espacio.

Kenzaburo Oé, te echaremos mucho en falta, añoraremos tu capacidad de trascender lo incomprensible.

Que Izanami te sea leve.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.