Mal inicio de año para el mundo de la música de Galiza. El compositor gallego Rogelio Groba falleció a los 92 años en su domicilio de A Coruña el pasado 31 de diciembre. Considerado como el “más prolífico de los compositores en la historia de Galicia”, Groba deja tras de sí un inmenso catálogo de obras. Nacido el 16 de enero de 1930 en Guláns, pequeña aldea agraria de la provincia de Pontevedra, se inició con la banda “A Unión” tocando el flautín antes de hacerse cargo, a los 17 años de la dirección de la agrupación, y acabó estudiando en el Real Conservatorio de Música de Madrid. Tras dirigir varias bandas de Galicia y otros puntos de España, en 1962 se trasladó a Suiza, donde residió siete años y se puso al frente de varias agrupaciones musicales en los cantones de Vaud y Valais, para luego regresar en 1967 a su tierra natal, donde fue nombrado director de la Banda-orquesta municipal de A Coruña, cargo que ejerció durante 23 años.
Se le reconoce la fundación de orquestas y conservatorios por toda la geografía gallega. En ese periodo fundó la Orquesta del Conservatorio Superior de Música de A Coruña y la Orquesta de Cámara Municipal; ejerció de profesor de Contrapunto y Fuga, de Armonía, y de Composición en el dicho Conservatorio, y estableció varios conservatorios en Galicia.
De su discografía, la fundación destaca la grabación hecha por la Orquesta de Cámara de Stuttgart (Alemania) bajo la dirección de Maximino Zumalave de “Cantigas de Mar” e “Intres boleses”, o con la Orquesta Sinfónica de Londres las obras “Gran Cantata Xacobea” con el coro London Voices, el “Concierto para violín y orquesta nº 2 Confidencias” con Pedro León como solista y el “Concierto nº 1 para cello y orquesta Fauno” con Mats Lidstrom como solista. La orquesta Sinfónica de Galicia estrenó el pasado 9 de noviembre en el palacio de la Ópera de A Coruña su última creación musical, la sinfonía nº 16 “Voces da terra”, se la considera el contrapunto final de una vida dedicada a la música.
