En 2019, un organismo afiliado a la OTAN publicó y posteriormente borró un documento (075 DSC 19 E) que aparentemente confirmaba algo que se sospechaba desde hace tiempo: las armas nucleares de EEUU se almacenan en bases aéreas de varios países europeos. Una copia del documento fue publicada por el periódico belga De Morgen, que afirmaba que las bombas nucleares B61 están almacenadas en seis bases en Europa (16 julio 2019).
Como detalla una hoja informativa del Centro para el Control y la No Proliferación de Armas, las bases en cuestión son Kleine Brogel (Bélgica), Büchel (Alemania), Aviano y Ghedi (Italia), Volkel (Países Bajos) e Incirlik (Turquía). La presencia de las armas tiene su origen en un acuerdo alcanzado durante la Guerra Fría, en los años 60, para disuadir a la Unión Soviética y convencer a los países implicados de que no era necesario iniciar sus propios programas de armas nucleares.
La B61 es una bomba termonuclear de gravedad estratégica y táctica de rendimiento bajo a intermedio que cuenta con un diseño de implosión de radiación de dos etapas. Puede desplegarse en una serie de aviones como el F-15E, el F-16 y el Tornado. Puede ser lanzada a velocidades de hasta Mach 2 y caer a una altura de 50 pies, donde cuenta con un retardo de 31 segundos para permitir que el avión de entrega escape del radio de explosión.
Postura nuclear de la OTAN.
1. La política declaratoria de la OTAN establece consistentemente que una postura creíble de defensa y disuasión incluye una combinación de capacidades de defensa nuclear, convencional y antimisiles. Como resultado, las armas nucleares siguen siendo fundamentales para la política de la OTAN. Aun así, si bien es un elemento crítico de la disuasión de la OTAN, la postura y la gestión de las armas nucleares de la Alianza han sido durante mucho tiempo cuestiones que se han dejado en gran medida al margen de la discusión y el debate sobre la adaptación de la defensa y la disuasión de la OTAN.
2. Sin embargo, los desarrollos tecnológicos y las preocupaciones sobre el deterioro del régimen global de control de armas han llevado recientemente debates sobre las armas nucleares aliadas y la postura nuclear de la Alianza al frente de las discusiones políticas en Bruselas y en las capitales aliadas.
3. En el contexto de este enfoque renovado sobre las capacidades nucleares tanto en la Alianza como en todo el mundo, este borrador de informe general revisará la postura nuclear actual de la OTAN y destacará el debate en torno a su futuro. Con este fin, el borrador del informe subrayará los desafíos de mantener un régimen de no proliferación mundial efectivo en una era en la que todas las potencias nucleares del mundo están invirtiendo en la modernización y, en algunos casos, en la expansión de sus capacidades nucleares.
4. El pilar nuclear de la OTAN depende en gran medida de las fuerzas estratégicas de los EEUU, así como de las fuerzas estratégicas de Francia y el Reino Unido. Tanto EEUU como el Reino Unido ponen armas nucleares a disposición de la Alianza como parte de sus políticas nucleares nacionales». EEUU sigue comprometido con una postura de disuasión extendida, que brinda protección a los aliados bajo su ‘paraguas’ nuclear. Para lograr esta postura extendida, EEUU mantiene su tríada nuclear de sistemas vectores, armas no estratégicas desplegadas hacia adelante y armas nucleares basadas en EE. UU. fácilmente desplegables (US DoD, 2018). La disuasión nuclear basada en el mar del Reino Unido está comprometida con la seguridad del Reino Unido y la OTAN.
5. Dentro del contexto de la OTAN, EEUU despliega aproximadamente 150 armas nucleares, específicamente bombas de gravedad B61, en Europa para su uso en aviones de doble capacidad estadounidenses y aliados.
Estas bombas están almacenadas en seis bases estadounidenses y europeas: Kleine Brogel en Bélgica, Büchel en Alemania, Aviano y Ghedi-Torre en Italia, Volkel en los Países Bajos e Inçirlik en Turquía. En el caso hipotético de que se necesiten, las bombas B61 pueden ser lanzadas por aviones estadounidenses o europeos con doble capacidad. La decisión de mantener las bombas nucleares de gravedad no estratégicas en Europa se debe principalmente al mantenimiento de Rusia de una gran cantidad de armas nucleares tácticas en su arsenal® (IISS, 2019; Andreasen et al., 2018). La Alianza también mantiene armas en bases en Europa y Anatolia para garantizar una amplia participación aliada en la misión nuclear de la OTAN y como un recordatorio concreto del compromiso nuclear de EE. UU. con la seguridad de los aliados europeos de la OTAN (Lunn, 2019).
Tanto EEUU como el Reino Unido conservan la propiedad y el mando y control de sus fuerzas nucleares. Las fuerzas estratégicas basadas en el mar y el aire de Francia siguen siendo independientes, pero la política de seguridad nacional francesa permite a la Alianza considerar que las fuerzas estratégicas de Francia “contribuyen a la postura de disuasión de la Alianza” (OTAN, 2010).
Es decir, sistemas de entrega con capacidad aérea, terrestre y marítima para ojivas nucleares. Si bien está comprometido con la seguridad de la OTAN, cualquier uso de armas nucleares del Reino Unido para fines de la Alianza tendría que contar con la autorización del primer ministro del Reino Unido. Esto está por debajo del pico de la Guerra Fría de 7300 ojivas nucleares estadounidenses almacenadas en Europa en 1971 (Andreasen et al., 2018). 3 4 Las 5 bombas B61 asignadas a aviones estadounidenses y europeos en las bases están bajo el control de los EE. UU. y solo se pueden usar con la autorización presidencial. Las armas asignadas a los aviones aliados solo pueden usarse después de que el presidente de EE. UU. las haya entregado a la OTAN (Andreasen et al. 2018). Se estima que Rusia mantiene aproximadamente 2000 armas nucleares no estratégicas (tácticas) en su arsenal (IISS, 2019).
