La Guardia Civil ha adquirido nuevo material antidisturbios entre los que se encuentran 300 cascos antidisturbios y 300 mascaras anti gas por un importe de 477.000 euros para las unidades que presten servicio en Melilla.
La compra se produce en medio de la polémica por el escándalo destapado por la cadena británica BBC por la tragedia del pasado junio en Melilla, en la que encontraron la muerte 23 migrantes según la cifra oficial y más de 70 según las ONG. Este hecho, que señala directamente al ministro del Interior, Grande Marlaska, podría suponer un flagrante caso de violación de los Derechos Humanos de una gravedad extrema.
Así, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, reforzarán su potencial antidisturbios en el momento en que su actuación está puesta en entredicho por comprometedores vídeos que, por su dureza, han llamado la atención incluso de la derecha española que ha pedido ya la dimisión del ministro.
