La asamblea de vecinos celebrada en la noche de ayer, que contó con la considerable presencia de unas 150 personas, decidió prolongar el encierro que cumple hoy su quinto día, en el centro cívico de La Plata, en el sevillano barrio de Su Eminencia.
Movilizados por organizaciones como la Plataforma Vecinal Cerro Amate, vinculada a la Plataforma Interdistritos Barrios Hartos, vecinos de barrios obreros sevillanos como Los Pajaritos, Amate, Santa Teresa o Las Candelarias cuentan ya varios años de movilizaciones en protesta por los recurrentes cortes de suministro eléctrico que padecen, pese a las promesas de Endesa por renovar las instalaciones.
Los cortes de luz se producen en estos barrios y en otras zonas de Sevilla como Padre Pío, Torreblanca o Pino Montano. El problema de los cortes se arrastra en estas zonas desde hace varios años y se debe a que las instalaciones mantienen generadores y transformadores fabricados hace más de 50 años y son insuficientes para sostener el volumen de barrios cada vez más habitados y con mayores necesidades de consumo.
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Endesa ha asegurado en diversas ocasiones durante estos años que se comprometía a modernizar esas infraestructuras, pero la realidad hasta el momento es que parece preferir que se produzcan esos cortes (que llegan a prolongarse más de 10 horas) a que los generadores se incendien por sobrecarga, lo que ya no tendría más solución que acometer de una vez las reformas.
El alcalde, Antonio Muñoz, y el responsable del Distrito, Juan Manuel Flores, han manifestado su rechazo a esta situación y aseguran estar en contacto con Endesa para buscar una solución como la de proveer de generadores provisionales. Pero sus palabras no llegan a convertirse en hechos.
Representantes de la PV Cerro Amate, en contacto con este medio, afirman que se trata de un claro caso de abandono de las instituciones y de sumisión de los representantes políticos a los intereses económicos de Endesa, una de las tres patas del oligopolio energético español, junto con Ibredrola y Naturgy, trío de multinacionales que supone un retiro dorado para exministros o exsecretarios de Estado, y que pese a la crisis presentan cada año beneficios milmillonarios.
Responsables del ayuntamiento sevillano, una vez producida la ocupación del centro cívico y como forma de aplicar paños calientes, ofrecieron algunos centros cívicos y oficinas de estos barrios como «refugios climáticos», pero estos centros permanecen abiertos entre las 15 y 21 horas de la tarde de algunos días de la semana, lo que no cubre las horas de descanso nocturno y que en estos días en la capital andaluza son de una temperatura insoportable si no se dispone de aire acondicionado o ventiladores. Ante ello, los vecinos decidieron ocupar el centro cívico La Plata, que como decimos llega ya a su quinto día.
Los vecinos de la asamblea, hastiados de promesas y ante la periodicidad de los cortes, consideran que estos ofrecimientos de lugares públicos en ciertas horas no son más que un burdo intento de disimular el descontento y que no ocultan las preferencias del consistorio en otras zonas de Sevilla, como las zonas turísticas y del centro, en donde Endesa no tiene problema de acometer las reformas que sean necesarias. Se da la circunstancia, además, de que el ayuntamiento se mantiene pasivo en la toma de decisiones contra Endesa que están en su mano, como por ejemplo en no exigir legalmente mediante la propuesta de sanciones que se arregle el alumbrado público de los barrios afectados.
La nutrida asamblea de anoche determinó prolongar la ocupación del centro cívico, a pesar de las amenazas policiales de desalojo mediante llamadas al propio centro y la presencia de furgonetas en torno al edificio, y tomó entre otras las determinaciones de:
- convocar una movilización para el próximo jueves en la sede de Endesa de Diego Martínez Barrios.
- mantener la ocupación y las movilizaciones hasta que al menos se coloquen generadores provisionales.
- realizar una gran manifestación el próximo 10 de septiembre que convoque a los vecinos de estos barrios afectados y a todos los trabajadores sevillanos en general, pues son finalmente las familias trabajadoras quienes sufren las obscenas subidas de precios realizadas por empresas con suculentos intereses para sus accionistas.
