Nuestro futuro no puede depender de resultados electorales

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Héctor Badenes Tur y Marc Bilbao Asensio, militantes del PCE en el Exterior.

En la recta final del XXI congreso del PCE, es deber de todos los militantes del partido imaginar el futuro que queremos y plantearnos qué tipo de partido queremos construir. Dos apuntes dan fe de esta necesidad: la pérdida de más de dos mil militantes desde el último congreso (1) y la presente situación de división interna (2).

En los últimos años, hemos puesto nuestras energías y esperanzas al servicio de la lucha parlamentaria, ya sea municipal, autonómica o del estado. Sin embargo, pensamos que esto se ha dado incluso a costa de perder fuerza en otros ámbitos de lucha. Por ello, es esencial revisar hacia dónde queremos dirigir nuestra fuerza y dónde queremos buscar nuestros apoyos.

Resulta evidente que nuestra presencia en el gobierno de España ha mermado la confianza de la clase trabajadora en el partido. Esto se debe a múltiples factores. El primero, dada la incapacidad de la socialdemocracia para afrontar las crisis del capitalismo. El segundo, clave para un partido que se reclama marxista-leninista, dada por la actitud de ciertos camaradas de gran relevancia mediática ante estas mismas crisis. Estamos hablando, por ejemplo, del apoyo al envío de armas a Ucrania (3), de la ausencia de una respuesta contundente ante los movimientos del gobierno al respecto de Marruecos y el Sáhara occidental o la ausencia de una crítica clara al origen de la presente crisis energética. Es difícil comprender cómo en temas como estos nuestro Partido en las instituciones se ha mostrado tibio, poco claro y no ha hecho suyo el mandato del XX Congreso. Hemos oído declaraciones cuanto menos ambiguas al respecto de la cumbre de la OTAN (4) y de la campaña por el referéndum por la República (5). Tememos que, pese a que en el XX congreso se apostó por un cambio ideológico hacia el Marxismo-Leninismo, en la práctica, las posturas de nuestros representantes han seguido una deriva hacia la socialdemocracia que solo parece acrecentarse con el tiempo.

A esto se le suma el baile de siglas de los distintos procesos electorales en los que participamos, que contribuyen a confundir y diluir nuestro trabajo militante en un mar de marcas. Aun teniendo presencia en el gabinete de ministros, las posturas de nuestro Partido ante estas crisis han quedado eclipsadas por la necesidad electoralista del momento, si no olvidadas. Un ejemplo de esta tendencia la podemos ver en el reciente artículo «Avanza la eliminación del voto rogado» publicado en Mundo Obrero, órgano comunicativo del PCE. Como es sabido, la derogación del voto rogado fue impulsada por varias organizaciones de base como Marea Granate, así como por partidos como Podemos, IU y el PCE Exterior. Pero fue a través de la organización de PCE Exterior y el PCE que la iniciativa llegó al parlamento. El artículo pone en valor el trabajo de camaradas como Miguel Bustamante, militante del PCA, y está escrito por Mauricio Valiente, también militante del PCE. Sin embargo, el artículo no menciona en ningún momento al PCE. De hecho, Miguel Bustamante y hasta el mismo autor son presentados como militantes de UP e IU. Es de vital importancia mostrar el trabajo de nuestro Partido allí donde se produce, de nada sirve no dedicarle la merecida atención. De no ser así, el trabajo de nuestras militantes queda silenciado.

Por todo esto defendemos que, aunque no hay que abandonar la táctica parlamentaria, nuestro foco debe virar hacia otro tipo de luchas. Debemos reforzar los sindicatos, formar parte y aspirar a liderar los distintos movimientos sociales contra el estado burgués, incrementando nuestra presión en manifestaciones y protestas. Dicho de otro modo, debemos recuperar las calles.

También debemos crear un discurso crítico que apunte hacia un cambio radical de la sociedad desde la honestidad y la transparencia, evitando el marketing y los eslóganes que llevan años dominando nuestro discurso y que hemos adoptado, en gran parte, como estrategia electoral.

En resumen, debemos crear un Partido cuya función principal sea independiente de la lucha parlamentaria. Debemos recordar que lograr presencia en los estamentos del estado es una táctica que hemos decidido usar, pero ni es la única ni debe ser la principal. Nuestro futuro
no puede depender de resultados electorales. Somos un partido comunista y aspiramos a mucho más que a ganar unas elecciones, no podemos asumir las limitaciones de la lógica electoral.

(1) La militancia del PCE se reduce a 7.713 militantes a las puertas del XXI Congreso.
(2) XXI Congreso: Santiago vence en Euskadi, La Mancha y Andalucía, Cubero en el resto de territorios.
(3) Yolanda Díaz, sobre las armas a Ucrania: «el Gobierno habla con una sola voz».
(4) Enrique Santiago: si formamos parte de la OTAN, hay obligaciones.
(5) Yolanda Díaz: no toca un referéndum sobre la Monarquía y Felipe VI no debe dar explicaciones sobre su padre.

1 COMENTARIO

  1. Cuantos camaradas te sigen con esas ideas compañero el p.c.e no tiene arreglo desde hace años independientemente de algun buen camarada el arbol lleva mucho tiempo creciendo torcido y sus raices podrias

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